Era sábado, de mañana. 2 de julio de 2005, y con cinco días “extras” para cumplir con el cuarto transitorio de la segunda Ley de Transparencia de Jalisco que nació vinculada a una reforma constitucional. El Congreso del Estado integró el naciente Instituto de Transparencia e Información Pública del Estado de Jalisco (Itei), hoy, además de Protección de Datos Personales, con Augusto Valencia como presidente. El 23 de septiembre siguiente, entró en funcionamiento con la entrada en vigor plena de la ley.
El surgimiento del Itei como organismo garante del derecho de acceso a la información se planteó en Jalisco cuando terminaba la LVII Legislatura (enero 2004). En su penúltima sesión, el entonces diputado Enrique Ibarra propuso la creación de una Comisión Estatal de Acceso a la Información; el tema luego fue retomado por la siguiente Legislatura (LVIII)con Alonso Ulloa, Antonio Muñoz, Celia Fausto, Rodolfo Ocampo, Ricardo Ríos, Salvador Caro, entre otros, y para diciembre de ese año, se dictaminó la creación del Itei.
Han pasado 16 años y el Itei ha crecido no sólo en estructura, sino en atribuciones, así como incidencia en los sujetos obligados y diversos sectores de la sociedad. Cynthia Cantero, actual presidenta, participó en 2005 como la administradora. Celebrar el contar con un organismo de esta naturaleza tiene sentido, pero más si nos lleva a una reflexión/revisión de este: cómo lo requiere hoy y para mañana y para qué.
Han pasado 16 años y el Itei ha crecido no sólo en estructura
Cuerpo.....
Si el Itei es un organismo de y para que los ciudadanos ejerzan su derecho de acceso a la información, habría que plantear su existencia actual desde la sociedad; no desde los sujetos obligados. Tres elementos son cruciales:
a) Su integración ciudadana. Retomar los razonamientos del dictamen de su creación: “restarle un manejo político gubernamental a un tema que requiere estar ajeno a intereses de este tipo”.
b) Revisar y reformar el acceso a la información en solicitudes y publicación de información. La primera, simplificarla y eliminarle todo aquello que hace de ella un proceso burocrático que inhibe y retarda su acceso; y de la segunda, avanzar a una transparencia “activa y predictiva”.
c) Fijar la atención en los sujetos obligados, para que estos sean abiertos, transparentes en su estructura y actuar. Que su transparencia sea desde dentro. Celebremos evaluando y mejorando. _
Rubén Alonso
Twitter: @jrubenalonsog