Llevo varios años viviendo en Puebla, pero aún me encuentro con gente que asegura no conocer el sur de la ciudad y hasta parece que hablan de un lugar lejano cuando se refieren a San Ramón o Los Héroes. Esto podría ser cosa menor si no lo hicieran con dolo, pero al hacerlo damos inicio a la discriminación.
Quizás aquí no tenemos una modelo argentina que llame negro a algún sujeto, pero tenemos nuestra Lomas de Angelópolis y otros espacios donde surgen el racismo y clasismo. Por esa razón la importancia de conocer el concepto de interseccionalidad, que se vincula a los tipos de discriminación y opresión que puede sufrir una persona o colectivo.
En la Unión Europea a la interseccionalidad se le conoce como discriminación múltiple, por ello desde 2009 el Parlamento estableció procedimientos para detectarla y mitigarla.
En México, Carlos Javier Echarri Cánovas, ex Secretario General del Consejo Nacional de Población e investigador señaló este fenómeno como formas de discriminación cruzada, y especificaba que estaban “basadas en su sexo, edad, pertenencia étnica, lugar de residencia, situación económica, orientación sexual, identidad de género, estatus migratorio, entre otras”
Cifras del Inegi en 2023 revelaron que al corte de 2022 un 23.7 por ciento de la población entre 18 años y más, declaró haber sido discriminada en los últimos 12 meses; un aumento de 3.5 puntos porcentuales en comparación a 2017. Como vemos no solo en la época de la Colonia se discriminó invisiblemente con el sistema de castas.
Además, el 24.5 por ciento de las mujeres dijo haber sido discriminada, en comparación con el 22.8 por ciento de los hombres. Aquí vemos como la discriminación cruzada no solo privaba de igualdad a las mujeres y niñas, sino que las expone a múltiples violencias.
Hoy en día seguro que hemos escuchado a alguien decir que fue menospreciado por un blanco privilegiado, y solo por la cancelación social a veces ese sujeto se disculpa, pero no es consciente de que debe respetar los derechos de otras personas.
En resumen, nos falta trabajar en la verdadera inclusión. La cual se verá cuando nadie se incomode porque el otro es diferente o vive en cierto lugar.