Este mes las familias preparan regalos y actividades para convivir con sus hijos el 30 de abril. Pero también existen padres que la pasarán en hospitales o en casa atendiendo el cáncer infantil.
La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud señalan que esta enfermedad es la principal causa de muerte en la infancia y la adolescencia, con 300 mil nuevos casos diagnosticados cada año a nivel mundial.
Según datos de la Secretaría de Salud de Puebla, en México este padecimiento es la tercera causa de muerte en niñas y niños de 1 a 4 años, y la segunda entre los 5 y los 14. Las entidades con más casos son Veracruz, México, Guanajuato y Puebla, en ese orden.
Este padecimiento no es nuevo en los hogares mexicanos, pero el sufrimiento que experimenta cada familia es distinto en cada caso, pues el dolor no forma parte de las estadísticas.
En Puebla al igual que otros estados, este padecimiento médico era atendido con constancia oportuna por el sector de salud pública, pero con la implementación del Fondo de Salud para Bienestar (Fonsabi) se disminuyó el financiamiento de la atención de enfermedades de alto costo para las personas sin seguridad social.
Datos de México Evalúa publicados en abril de este año, obtenidos de los Informes de la Auditoría Superior de la Federación en 2019 y 2020, revelan que el padecimiento con el recorte porcentual más fuerte es el de la atención al cáncer infantil, al cual sólo se destinaron 15 millones de pesos del Fonsabi en 2021, es decir 97 por ciento (450 mdp) menos que el promedio.
Estas cifras dan sentido a las manifestaciones de padres de familia de hijos con cáncer, quienes piden medicamento o quimioterapias oportunas, pues han vivido en carne propia el desabasto de las mismas y saben que la vida de los infantes depende de ello.
Los pequeños cuyas familias son de bajos y medianos ingresos tienen cuatro veces más probabilidades de morir a causa de la enfermedad, comparados a los de altos ingresos. De ahí la importancia de atenderlos. El apoyo de la federación va en picada, no queda más que hacer eco de la necesidad de este sector, y apoyar a instancias poblanas como la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, que atienden a 62 niños, algunos en tratamiento y otros en vigilancia, porque en Puebla: también el cáncer mata y devora familias.