Política

¿No ganaron? Pues, hubo fraude…

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¿Habrá acaso manera de que los egregios miembros de la cofradía reinante –los de Morena, esto es, y sus seguidores y sus simpatizantes y sus representantes en nuestro Congreso bicameral y los funcionarios de doña Administración que se auparon a los codiciables cargos públicos (por cierto, uno se pregunta por qué los ambicionan tanto, al haberse terminado por decreto la corrupción y no poder, consecuentemente, ganar ellos más que el roñoso sueldito que les toca) gracias a su ardorosa adhesión al movimiento—, habrá acaso manera, repito, de que esa gente acepte simplemente y con urbanidad los resultados de las elecciones?

¿No pueden comportarse como cualquier demócrata respetuoso de las normas? Digo, cuando lo de Fox, el PRI de toda la vida hizo las maletas y se retiró de la escena sin armar jaranas ni alborotos. Y eso que era el antiguo partido hegemónico, señoras y señores, la maquinaria del “carro completo”, el organismo que había instaurado esa “dictadura perfecta” tan atinadamente invocada por Vargas Llosa (mis respetos a don Mario en su admirable condición de liberal categórico y sin fisuras) y una de las poquísimas agrupaciones políticas, en el mundo entero, que hubiere gobernado a lo largo de siete décadas.

Luego del personaje que soltó la anunciadora bravata de que iba a “sacar al PRI a patadas de Los Pinos”, llegó Calderón y ahí fue cuando comenzaron los problemas porque su directísimo competidor nunca aceptó que los votos habían terminado por írsele de las manos luego de una campaña no muy afortunada –al respetable, en aquellos tiempos, no le gustó nada ese “¡cállate chachalaca!” ofrendado al presidente de la República (hoy, curiosamente, aplaude los dicharachos que suelta nuestro primer mandatario cada mañana desde el púlpito presidencial)— y de que los electores de este país decidieran, después de todo, no darle el triunfo, así fuere por una mínima diferencia numérica.

Y, miren, volvió el PRI, tras doce años de reinado panista y, nuevamente, no hubo problema alguno con la transición. A su vez, López Obrador y Morena ganaron abrumadoramente unas elecciones organizadas con las mismas reglas y por los mismos organismos.

¿No les basta? ¿Quieren todo? ¿Quieren ganar siempre, por los siglos de los siglos?

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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
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  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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