Ocurre que Bélgica decidió por sus pistolas acabar con su Liga de futbol, o sea, darla por terminada y que los equipos participantes quedaran calificados según la tabla de posiciones vigente en la fecha en que se jugó el último partido.
Y, bueno, no creo que se hayan equivocado los directivos belgas al tomar esa medida. Lo que sí está muy claro es que la cancelación de la competencia no le ha gustado nada a Aleksander Ceferin, el mandamás de la UEFA. Tan le cayó en el mismísimo hígado la disposición que amenaza con apartar a Bélgica de las competiciones europeas, la Champions y todas ésas. Digo, cuando se reanuden.
Debe ser un asunto, como siempre, de “a ver quién manda aquí”. O, mejor dicho, de que “aquí mando yo”. Los dignatarios de la UEFA querían que hubiera juegos todavía en julio para que se concluyeran de tal manera los torneos de cada uno de los países que son parte de la gran asociación europea del balompié. De hecho, es la más prestigiosa de las confederaciones futbolísticas y no hay nada más trepidante, emocionante y apasionante, en mi muy modesta opinión, que los partidos de la Champions League. Pero, qué caray, a los belgas les quedaba un solo partido, uno nada más, para dar por concluida de todas maneras su competición regular y el hecho de que hayan decidido terminar anticipadamente el torneo –siendo, encima, de que esto del nuevo coronavirus no sabemos realmente adónde nos vaya a llevar e ignoramos, de la misma manera, cuánto tiempo más habremos de estar aislados en casa para evitar los contagios— no parece demasiado arbitrario, vistas las cosas.
Le tengo un cariño desbordante a ese país, han de saber ustedes, porque pasé allí cuatro años de mi vida y uno de mis hijos es belga. Mi ciudad favorita, de las pudiere uno visitar en el Viejo Continente, no es París ni Roma sino Bruselas. El mejor chocolate del mundo se come en Bélgica y producen, con mucho, la mejor cerveza del universo, una mezcla absolutamente equilibrada de aromas dulces y sabores amargos. Y, bueno, en el pasado Mundial hubieran debido jugar la gran final pero como quedaron primeros del grupo en el que participaron se enfrenaron anticipadamente a Francia.
No merecen castigo alguno. No.