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  • Rodolfo Esparza Cárdenas

Augusto Monterroso en su fábula La oveja negra, refiere a una comunidad de ovejas blancas en cuyo seno nació una oveja negra, intolerantes la pasaron por las armas; arrepentidos le levantaron un monumento con una escultura de aquella oveja negra; les pareció constructivo, así cada vez que nacía una oveja negra la pasaban inmediatamente por las armas para que las nuevas generaciones de ovejas blancas se ejercitaran en el arte de la escultura.

 Mi primer contacto con la escultura fue en Saltillo, viviendo a una cuadra de la Alameda Zaragoza, era frecuente ver las esculturas dedicadas a héroes militares y cívicos y otros monumentos que hacen de ese parque un extraordinario sitio para la exaltación de personalidades históricas y del mismo arte; dos llamaban mi atención, la de Zaragoza, escultura ecuestre, y la dedicada a Manuel Acuña. Curiosamente ambas son obra del mismo estupendo escultor hidrocálido Jesús Fructuoso Contreras. 

La de Zaragoza inaugurada en 1897, fue la segunda hecha de ese héroe, la primera encargada por el gobierno de Saltillo, fue indebidamente entregada a Puebla, por lo que reclamando Saltillo tal hecho, tuvo que hacer otra para cumplir el contrato, cosa que obró en que la segunda fuera más bella que la primera. 

La de Acuña es del año 1900, fue expuesta en la Exposición Universal de París; después de su exhibición vivió en el Museo de San Carlos, hasta que Carranza la recuperó y trajo a Saltillo, donde señoreó el lago República de esa Alameda. Saltillo, siguiendo la tradición, tiene hermosas esculturas.

 Torreón con rezago, tiene también bellas obras: las que donó la Colonia Alemana, las de Rioja, el Quijote y Don Braulio en la  Av. Colón todas de buena calidad artística; ahí mismo la de Colón, de mediana calidad; muy buenas  las de Villa y Raúl Madero, ambas ecuestres; igual las del periférico e independencia dedicadas a las actividades agrícolas; a Hidalgo al poniente; bustos a Morelos, Carranza, Madero y personajes torreonenses, la del Papa; no muy buena, la de la soldadera y muy malas la de Colosio (PRI), la cual  igual que la de Santos Valdés en la Colón, presentan  notoria espasticidad, faltando así una de las cualidades necesarias en las obras escultóricas. 

Como reflejo de nuestra cultura, y para la formación de los jóvenes, hacen falta más esculturas que embellezcan nuestra ciudad. 


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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