Hoy 17 de diciembre, se cumplen 138 años de que Porfirio Díaz firmó el decreto con el cual, el 24 de febrero de 1887 se fundó la Escuela Normal de Profesores de Instrucción Primaria, institución que es hoy la Escuela Nacional de Maestros; una idea que en 1600 Gaspar de Zúñiga trató de concretar mediante las Ordenanzas de los Maestros del Nobilísimo Arte de Enseñar a Leer y Escribir, sin que fueran atendidas por la iglesia que desde los primeros años del virreinato había tenido el monopolio de la educación.
Los albores de la independencia recogieron ideas de Alegre, Clavijero y de Gamarra por imponer modernidad a la enseñanza, pero discutidas por los grandes ilustrados mexicanos, no impactaron en las instituciones políticas.
En la Constitución de Apatzingán ya se establece que la instrucción es necesaria a todos los ciudadanos debiendo ser favorecida con todo su poder, ya con simiente del propósito de la participación del Estado en la educación como sustento de las instituciones sociales por lo que debería ser organizada y controlada por el Estado.
En las Reformas de 1833, se sustrajo la educación del clero para educar a los mexicanos en la ciencia más avanzada y para ellos deberían fundarse las escuelas normales para preparar un profesorado capacitado y consciente de su función social, pero fracasó ante las resistencias de los conservadores apoyados por Santa Anna.
Los liberales recuperaron la lucha y se fueron perfilando las leyes al respecto bajo la libertad de enseñanza a favor de la civilidad laica y científica.
La creación de los institutos de ciencia ayudó en ese avance apoyados en una teoría pedagógica y una didáctica desprendida de ésta que requería de una unidad de criterios para su aplicación en la creciente fundación de escuelas y se notó que los profesores carecían de la preparación específica para la docencia, había muy pocas escuelas normales y fue necesario una política concreta.
Desde 1882 iniciaron los estudios para su fundación los habían promovido Tagle, Flores, Baranda Rébsamen, Laubscher, finalmente se aprobó el decreto de creación el 17 de diciembre de 1885 y el 2 de octubre de 1866 su reglamento.
Coahuila fundó la suya el 4 de mayo de 1894.
Una historia del normalismo interesante, desgraciadamente hoy en lamentable crisis en sus procesos formativos.