En los seis artículos anteriores de esta columna, hemos propuesto algunos lineamientos a considerar para que la tarea educativa coahuilense sea la trinchera desde donde se defienda la educación prevista en el Artículo 3º Constitucional, hoy bombardeado por seudo filosofías transformadoras cuyo propósito es moldear la mente de nuestros niños y jóvenes, cimientos futuros de nuestra comunidad, con objetivos totalitarios donde se gobierne bajo el mando de un solo hombre al cual se sometan las instituciones que nos hemos dado tales como la división de poderes, el laicismo, la democracia participativa soportada en preceptos de la justicia social que ofrezca las oportunidades a los mexicanos con equidad e igualdad de circunstancias.
Lo primero que el nuevo gobierno deberá hacer es convocar a los más destacados maestros coahuilenses en servicio y jubilados, para que revisada la vanguardia educativa en el mundo propongan la teoría educativa coahuilense vinculada a los planes de desarrollo a mediano y largo plazo de nuestra entidad, adecuando a las circunstancias presentes y retos del futuro, los principios filosóficos e ideológicos que se desprenden del Artículo 3o Constitucional.
Y por consulta a los consejos técnicos escolares, bajo la premisa de la escuela transformadora de su entorno. se evalúen y afinen los planes y programas para la educación básica que un comité de reforma educativa estatal elabore.
Definidos estos planes y programas, consolidar los procesos de capacitación permanente de los consejos técnicos escolares, soportado en núcleos de investigación educativa de carácter reflexivo y metacognitivo, a partir de los resultados de la evaluación para la realización de proyectos de mejora continua de la práctica docente.
Lo anterior exige que SEP Coahuila apoyada en grupos de maestros, elabore sus propios textos escolares, por concurso de innovación educativa, aprovechando la experiencia de los docentes coahuilenses.
Sin duda que es también inaplazable el fortalecimiento de los programas para la atención de las plantas físicas y equipamiento total de las escuelas en todos los rincones del estado.
Sólo así revolucionaremos y defenderemos nuestra educación libre, científica, democrática y universal.
Que lo anote el próximo secretario de Educación.