La identidad de los mexicanos se establece por las garantías de reconocimiento y pertenencia que proclaman directa o indirectamente, artículos de nuestra Constitución.
La identidad es una serie de identificaciones que asume cada individuo y que suele compartir con los demás a través de los cuales aceptan sus valores, costumbres, sus antecedentes sociohistóricos, y se reconocen como iguales.
En todas las naciones del mundo existen pautas que son objeto de transmisión por la simple convivencia o de manera intencionada a través de la educación familiar o escolar.
La meta es construir reglas de civilidad que no es otra cosa que la forma como las personas interactúan, conviven y se respetan unas a otras. Ser civilizado es la contraparte de ser salvaje, brutal, sin control de los instintos que siempre son egoístas.
Exige cortesía, respeto y cumplimiento de las normas que esa sociedad se ha dado para facilitar su progreso, su avance en la producción de bienestar y mantener su unidad solidaria.
En este contexto, las generaciones presentes, se saben provenientes de otras en lo familiar y en lo social; la sociedad de hoy es el producto del trabajo de las anteriores en cuya elaboración han participado personas y grupos que han tenido mayor peso en los logros para mantener el continuo; así se reconocen los hechos trascendentales y las personas destacadas por ser las iniciadoras, precursoras, operadoras o concretadoras de esos eventos.
Tales personas o hechos son los componentes del calendario cívico.
Una lista que las generaciones del hoy y el ahora rememoran o celebran, lazos que trasmiten a las generaciones jóvenes en cadena interminable.
Los escenarios son varios, pero destacan los escolares, donde se estudian y valoran y las ceremonias públicas donde esa solidaridad presente y con el pasado se expresa.
En México es responsable de mantener ese calendario cívico la Secretaría de Gobernación a nivel federal, la Secretaría de Gobierno en el estatal y las Secretarías de los Ayuntamiento y la de Cultura y Educación. pero en los últimos años Torreón ha dejado de conmemorar hechos y personajes, como el 21 de marzo, fecha del nacimiento de Benito Juárez; este año como el pasado el Ayuntamiento no pretende hacer nada, quizá algún apoyo a los masones por exigencia de éstos.
Triste irresponsabilidad.