La política de los gobiernos de Salinas hasta Peña Nieto, partidarios de la economía globalizada y neoliberal y por tanto enemigos de que el Estado atendiera a los menos aventajados económicamente favoreciendo la privatización de servicios que hacían realidad la justicia social prometida por la Revolución Mexicana como la educación y la salud hoy muestra su saldo negativo y señala el gran error de impulsar esa política.
Aunque son los señaladas dos sectores que resintieron el mayor retraso al no construir el Estado suficientes universidades y reducir presupuestalmente los recursos para promover la investigación que llevaran al país a parajes de independencia científica y tecnológica e igualmente no edificar hospitales públicos para favorecer el crecimiento de la medicina privada y obligar a la ciudadanía a gastar su dinero ante el deficiente servicio del IMSS e ISSSTE y sistemas estatales de servicio médico, es ahora cuando, ante el embate de la presente pandemia que se hacen patentes las enormes carencias.
Faltarán miles de camas, de médicos y enfermeras, de aparatos y tecnología de punta para atender los casos graves y todo ¿por qué?; porque limitaron las lugares en las escuelas de medicina y enfermería, dejando a cientos de jóvenes sin poder estudiar al no haber oferta educativa pública y no contar con dinero para pagar las altas colegiaturas; porque dependemos del exterior para surtir de aparatos de alta tecnología, como respiradores, tomógrafos, aparatos para las cirugías de mínima invasión o rayos laser en lugar de haber promovido la investigación para la construcción de esos aparatos en México incluso de las simples camas de hospital.
Porque no se diseñó la estrategia de investigación en medicamentos y en la fabricación nacional de ellos, bajo la equivocada razón de que era más barato comprar que producir.
Ahora que todo el mundo demanda medicamentos, aparatos y otros insumos y que los productores no tendrán capacidad para satisfacer las necesidades urgentes nos costará muchas vidas al no contar con los hospitales suficientes y bien equipados.
¿Qué nos dirán los que promovieron la globalización, el neoliberalismo, la privatización de la educación y de la medicina? Ahora es cuando deberían rendir cuentas al país. Porque sus decisiones fueron en verdad criminales.
