El cambio de presidencia en la Junta de Coordinación Metropolitana que asumió el reelecto presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga, Salvador Zamora Zamora, vino acompañada del anuncio por parte del gobernador del Estado, Enrique Alfaro Ramírez, de dos asuntos públicos transterritoriales que, en virtud de su trascendencia, definitivamente pondrán a prueba al régimen interior metropolitano vigente.
El primero de ellos tiene que ver con el proceso de revisión y puesta al día del Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano. Respetuoso de las competencias municipales en materia de planeación urbana y consciente de la agenda del sector inmobiliario, el titular del Ejecutivo estatal planteó la definición de una ruta de trabajo colaborativo que permita comenzar con un proceso de revisión técnica a fin de poner al día al instrumento rector del territorio metropolitano.
En el mismo tenor, el gobernador puso sobre la mesa el sentido de urgencia que ha adquirido la atención desde una perspectiva auténticamente metropolitana, de la gestión de residuos sólidos que vienen realizando en la actualidad los municipios que conforman el Área Metropolitana de Guadalajara. Si bien resulta acertada la decisión de suspender la construcción del anunciado Centro Integral de Economía Circular, en el municipio de Tala, tal decisión impone a las autoridades municipales la urgencia de revisar a fondo la manera en que históricamente se ha venido gestionando esta competencia municipal que demanda ser atendida desde una perspectiva intermunicipal por su naturaleza transterritorial.
Recordemos que desde hace varios lustros, el municipio central de la metrópoli tapatía no cuenta con un sitio dentro de su jurisdicción territorial que resulte adecuado para la disposición final de los residuos sólidos municipales.
Por la forma en que fueron puestos sobre la mesa por parte del titular del Poder Ejecutivo, se advierte el interés y la voluntad política de, para decirlo coloquialmente, “situar correctamente a los caballos por delante de la carreta”. Esperemos que la deliberación política que suscite ambos asuntos resulte con la altura de miras que demandan las soluciones.
