Al parecer tanto por la movilización nacional suscitada con motivo del primer año del gobierno federal, como por la circunstancia de ser India el país invitado a la 33ª edición de la Feria Internacional del Libro que se desarrolla esta semana; se ha propiciado un ambiente local favorable a la discusión colectiva marcada por la comparación entre ambos países, con la consecuente reflexión en torno, entre otros asuntos compartidos, a los desafíos de Jalisco y el país frente a los cambios que se vislumbran en el orden económico mundial.
Así por ejemplo, de acuerdo con mi amigo y colega Ignacio Medina Núñez, quien recientemente visitara ese país asiático “la situación general en India a nivel social parece ser desastrosa en términos de pobreza y desigualdad, y se muestra como resultado de las políticas de un modelo neoliberal salvaje que busca solamente el crecimiento de la riqueza mediante el apoyo a la iniciativa privada nacional y extranjera para propiciar la extracción masiva de recursos; India es la sexta economía del mundo por el tamaño del PIB y con un gran crecimiento económico, pero se ha descuidado la redistribución de la riqueza social.”
En contraste, México atraviesa hoy por una coyuntura económica complicada por su falta de crecimiento, técnicamente en recesión, y una apuesta fuertemente impulsada por su gobierno federal, por transformar la realidad nacional que en muchos sentidos, se asemeja a lo que está sucediendo en India.
Más allá de las realidades particulares que privan en ambos países, lo verdaderamente trascendente es que las formas en que evaluamos el desempeño económico y el progreso social son cuestiones que vienen siendo debatidas a escala internacional. Ahí tenemos por ejemplo a Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001, quien ha señalado que “durante mucho tiempo me ha preocupado este problema: la brecha entre lo que muestran nuestras métricas y lo que necesitan mostrar. Si nuestra economía parece estar creciendo, pero ese crecimiento no es sostenible porque estamos destruyendo el medio ambiente y utilizando los escasos recursos naturales, nuestras estadísticas deberían advertirnos” (The Guardian, 24 de noviembre de 2019)