No es cierto que este arroz ya se coció o, como dicen en tierra rarámuri, las cosas sólo suceden cuando están listas.
Jorge Zepeda Patterson escribió en su libro La sucesión 2024 que las elecciones del próximo año iban a jugarse en 2023. Cuando redactó esa frase era cierta, pero no lo es más.
Las predicciones están perdiendo vigencia. Para muestra más de un botón.
La penúltima semana de abril el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un tercer episodio de covid que casi lo hizo perder el conocimiento mientras estaba en una reunión de trabajo. Cuentan que ese episodio lo hizo reflexionar sobre la responsabilidad que podía implicar su ausencia. El viernes siguiente reunió a quienes aspiran a la Presidencia, a través de su partido, con las y los senadores de la bancada oficial y otros dirigentes de su movimiento. Ahí prometió que se invertiría personalmente para asegurar la unidad y también que no inclinaría (más) la balanza hacia una de las opciones.
Esa fue la oportunidad que permitió a Marcelo Ebrard poner en juego las condiciones que venía exigiendo. Primero, que las y los gobernadores de Morena dejaran de apoyar tan descaradamente a Claudia Sheinbaum. Segundo, que las aspiraciones se acompañaran de la renuncia a los cargos. Y tercero, que el método de encuesta fuese lo más transparente y riguroso posible.
A partir de ese momento, Ebrard volvió a tener oportunidad presidencial y Ricardo Monreal renunció a la opción separatista que venía considerando.
Otra anécdota: hace todavía un mes Xóchitl Gálvez estaba empeñada en ser la candidata de la entonces coalición Va por México para la alcaldía de Ciudad de México. Las encuestas le daban 30 por ciento de las preferencias y nadie dentro de la oposición traía mejores números.
También como resultado del azar un juez concedió en el momento más oportuno un amparo que instruyó al presidente López Obrador para que otorgara a Xóchitl derecho de réplica en la conferencia mañanera. Ese evento la puso de golpe en el imaginario opositor, ya no como futura jefa de Gobierno sino como presidenciable.
De no existir a nivel nacional, Gálvez se convirtió en la noticia política más importante de la semana y ya hay encuestas (El Financiero) que la colocan a la cabeza del frente al que pertenece.
Zoom: ¡La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida! Lo mismo podría decirse de la política.