El argumento de Kamala Harris carga con buena potencia las baterías de su arranque de campaña. La narrativa es ingeniosa. Se presentó a sí misma como la fiscal que tiene experiencia en perseguir delincuentes.
El razonamiento tiene varios filones. Primero informa sobre el comienzo de su biografía política dentro del sistema de justicia. Posee, en efecto, experiencia para perseguir corruptos y delincuentes.
Segundo, señala a Donald Trump como un individuo perseguido por la justicia. Pesan sobre él tres cargos serios: haberse llevado archivos clasificados a su domicilio privado, después de abandonar la Casa Blanca; haber intentado descarrilar el resultado electoral de 2020, argumentando un fraude inexistente, y haber pagado con dinero ilegal a Stormy Daniels, una actriz porno a cambio de que guardara silencio.
Ninguno de los cargos ha logrado desembocar en una sentencia condenatoria porque la política se impuso sobre la justicia y la Corte Suprema protegió con el manto de la impunidad al ex mandatario.
Pues Kamala Harris le dio una vuelta a la tuerca. Si los tribunales no son capaces de resolver por la vía legal la culpabilidad de Trump, entonces que lo haga el electorado a través de las urnas. Si el magnate es culpable o no, que la ciudadanía decida.
La genialidad del argumento radica en que Harris se ha presentado a sí misma como la fiscal de este juicio fuera de los juzgados.
Esto es lo que quiso decir con la frase pronunciada el lunes, en su primer acto de proselitismo:
“Háganme caso cuando digo que conozco al tipo (de persona) que es Donald Trump. He tenido que lidiar antes con depredadores que abusaron de mujeres, estafadores que timaron a los consumidores, tramposos que rompieron las reglas en beneficio propio”.
Zoom: Este relato político obligará al abanderado republicano a reconfigurar su propia campaña. Una cosa era pelearse con Joe Biden y otra muy distinta competir con la ex fiscal de California. Para los seguidores de MAGA esta nueva partida les dejará indiferentes, pero para el electorado independiente, el estilo de campaña de Harris puede terminar convenciéndolos de votar demócrata.