Se engañan los priistas que todavía creen en la imparcialidad de Alejandro Moreno como presidente de su partido.
No hay otro dirigente de esa fuerza política que cuente con tanto respaldo dentro del Consejo Político Nacional. El martes consiguió 518 votos de los 521 posibles para ratificar su mandato como el principal líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta septiembre de 2024.
Ese evento no sólo tuvo como propósito modificar los estatutos del tricolor. Eso ya había ocurrido el año pasado.
En realidad sirvió para mostrar a sus detractores el control que tiene sobre su partido. Los vítores, los muñecos de peluche, las porras, en fin, toda la parafernalia lo ungió como quien está en condiciones insuperables para cargar con la bandera del PRI hacia las próximas elecciones nacionales.
Según las encuestas, hay otros priistas adelante en las preferencias: Claudia Ruiz Massieu, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes y Alejandro Murat se ubicarían por encima suyo.
Pero no tendría Alito por qué preferir el método de la encuesta para la definición de la candidatura presidencial. Si cuenta prácticamente con unanimidad entre las y los integrantes del Consejo Político, eso quiere decir que también puede arrasar en los consejos estatales y en los municipales.
Una vez candidato del tricolor, Alito no podría ser el abanderado de la alianza Va por México. No hay manera de que la militancia panista acompañe a este personaje y tampoco es probable que lo haga la del PRD. Él lo sabe, como también sabe, desde ahora, que su partido no va a concurrir al 2024 asociado con esas fuerzas políticas.
Alito será el responsable de hacer que la oposición no cuente con una candidatura única. Desde luego que no le interesa ganar la contienda, sino cobrar al final los favores prestados al oficialismo.
La única manera de conjurar ese escenario es la realización de unas elecciones primarias donde todas las personas aspirantes, pertenecientes a la oposición —independientemente del partido donde militen— participen en igualdad de condiciones. Pero esta alternativa no parece tener viabilidad entre los dirigentes de la presunta alianza opositora.
Zoom: cuando Morena asegura que ganará el Congreso en el 2024, lo que no se dice es que Alito es parte central de esa estrategia.