Política

Una auditoría y una cerveza

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  • Una auditoría y una cerveza
  • Ricardo Corona

Un servidor público fue a realizar su primera notificación a un empresario; esto con motivo de las inconsistencias detectadas en una auditoría realizada a su empresa. Se trataba de un contrato millonario, al que a los principios que rigen el gasto público, les urgía aclarar el destino de ese dinero. Se presentó al domicilio, el empresario le abrió personalmente la puerta y lo invitó a pasar a una pequeña sala de su jardín. Mientras lo atendían, vio que la carne asada estaba lista y en el fondo un estacionamiento techado con varios autos de colección. De pronto escuchó “¿quieres comer algo, tomar una cerveza?” a lo que la repuesta inmediata fue que no, que iba a notificarle la auditoría. Pero su sorpresa fue mayor cuando le respondieron “ah si, caray, ya tengo como 10 notificaciones de esas… ponla ahí en la mesa por favor”. A su salida el servidor público quedó atónito en su primera experiencia notificadora: la tranquilidad del cinismo de alguien que sabía que nada le pasaría.

Hace un par de días se publicó la tercera entrega del Informe de Resultados de la Cuenta Pública de 2020. Uno de los estandartes de la rendición de cuentas del gasto público en el país con el que se informa (o debería) lo que se hace con el dinero público, que en gran medida proviene de los impuestos que paga la ciudadanía. Permite saber y entender si, por ejemplo, lo que se presupuesta realmente se gasta, o bien si hay modificaciones, entender por qué sucedieron. Dicha Cuenta Pública arrojó irregularidades por más de 60 mil millones de pesos; sin embargo, lamentablemente esto ya no es una novedad, mucho menos que solamente se ha podido recuperar el .03% de esos miles de millones. Pero hay algo aún más inquietante, la tranquilidad con que, ante la evidencia documentada que en otras latitudes costaría dimisiones, multas o cárcel, la respuesta ha sido en el sentido de que no hay problema con esa información, que es normal que suceda eso con las auditorías y que todo quedará aclarado; que en el Gobierno ya no hay delitos ni corrupción y, en caso de que algo suceda, se aplicará la ley y se castigaría a los responsables.

La Cuenta Pública comparte con otros grandes retos, como la violencia, una narrativa con la que siempre que sale información a la luz ciudadana, se promete aclarar todo, investigar y aplicar la ley. Porque en México vamos bien y ya no hay corrupción, ya no hay conflictos de interés, ya no hay violencia, hay transparencia, hay rendición de cuentas, hay estado de derecho. Es pues, otro país, ya no es como antes; hasta se puede comer una carne asada con una cerveza, en lo que se acumulan las notificaciones y la certeza de que nada pasará.

Ricardo Corona

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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