Nada mejor para celebrar el mes de la Patria que el amor y la admiración a los Símbolos Patrios: la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional. Son el orgullo que nos fortalece como nación en busca de ser mejor.
Nuestro querido México, rico en cultura, historia y recursos naturales, pero que sigue lastimado por la violencia que no cesa, con 96 homicidios en promedio al día, con territorios tomados por el crimen organizado y una fallida estrategia del gobierno federal que le apostó a los “abrazos, no balazos”. Y, por otro lado, la enorme brecha de la desigualdad que cada día separa más a los que lo tienen todo y los que carecen de todo, por la crisis económica provocada por la pandemia y las malas decisiones del gobierno a pesar de la premisa de este gobierno es de “primeros los pobres”.
Somos un México alegre y grande de corazón, pero que está de luto por las más de 270 mil muertes provocadas por la pandemia y los más los 300 mil mexicanos fallecidos en lo que se ha identificado como exceso de muertes, por la pésima estrategia y las mentiras de quienes tienen la responsabilidad de ver por el bien del pueblo. Verdaderos incompetentes.
México con su variada y rica gastronomía, admirada por el mundo entero, hoy tiene a su población dividida y polarizada entre buenos y malos, conservadores y progresistas, entre adversarios y simpatizantes, más por cuestiones ideológicas y por intereses políticos electorales.
Otro cáncer que le duele y carcome a México es el de la corrupción que sigue impune, la de antes y la actual. Ahí están los casos de Delfina Gómez cuando fue presidenta municipal de Texcoco, el olvido de 23 fincas de Manuel Bartlett en su declaración patrimonial, los bienes comprados en efectivo de Irma Eréndira Sandoval, los sobres en efectivo entregados a los hermanos Pío y Martín López Obrador, la falta de transparencia en los programas sociales y las compras por adjudicaciones directas.
Aún con las calamidades naturales y las provocadas, los mexicanos superamos rápido las circunstancias traumáticas. Somos un pueblo resiliente que nos adaptamos rápido a la adversidad, por eso podemos seguir celebrando como hoy las fiestas patrias. ¡Que viva México!
Raúl Frías
@RaulFriasLucio
