Ahora que me encuentro encerrado de home office, he tenido la oportunidad de revisar algunos videos de las peleas iniciales del Canelo Álvarez.
La mayoría grabadas por mí. Desde su primera pelea el 29 de agosto del 2005 contra Abraham González hasta la contienda que sostuvo el 5 de diciembre del 2009 contra Lanardo Tyner en la ciudad de Tepic, Nayarit. Fecha en que don Rafael Mendoza decidió terminar su relación con el equipo de Saúl. Ese día, después de la pelea hablé largo y tendido con Mendoza. Me detalló sus razones, palabras que reproduciré en mi texto sobre el peleador próximamente. En términos generales me anticipó que se convirtió bajo la administración de los Reynoso con Óscar de la Hoya y compañía. Precisamente recuerdo muy bien la ceremonia de pesaje que se volvió un auténtico sainete, donde el Canelo no dio el peso y el mánager de Lanardo hizo un escándalo que fue bien controlado por Don Rafa.
La realidad del hecho es que Saúl no llegó bien preparado, su mánager se dedicó, los días de concentración, para hacer relaciones sociales. El Pecas andaba estrenando novia famosa, no hubo quién lo cuidara. Por primera ocasión, durante la pelea, lo vi titubeante, asustado, tanto, que en el segundo asalto por poco lo tumba el norteamericano. Repito, jamás he dicho que el Canelo es mal peleador, por el contrario, nació para ser boxeador. Es su vocación. Ese día lo constaté.
Porque a pesar de su mala preparación supo leer las condiciones del rival. El Canelo es un peleador que solo necesita asistencia del banquillo. La intención de Don Rafa era hacerlo el mejor peleador mexicano de todos los tiempos por eso eligió rivales que le exigieran como Euri González, Raúl Pinzón, Larry Mosley, todos ellos en su peso natural. Sin ventajas para nadie. Saúl es un superwelter natural. Desgraciadamente con la salida de Rafael Mendoza se recogieron con Óscar de la Hoya. Un promotor sin escrúpulos, que solo le interesa el boxeador-mercancía. Razón por la cual se ha dedicado a enfrentarlo con peleadores a modo. Algunos rivales de categoría, pero de menor peso o que van de salida.
Hubo un tiempo en que lo enfrentaron con puro “viejito”: José Miguel Cotto, Lovemore Ndou, un africano de 40 años de edad, o el retirado Carlos Baldomir. Además, de que muchas de sus peleas las ha “ganado” por el favor de los jueces. Todas pactadas con ventaja para el Canelo. Por eso no tiene la credibilidad suficiente. Motivo por el cual, se mofan de sus peleas cuando es el menos responsable.
