Confieso que durante la juventud era un apasionado del futbol, aunque nunca tuve el talento suficiente para trascender más allá del barrio en El Retiro. Sin embargo, cuando ya mis rodillas no aguantaron me dediqué un tiempo al ciclismo. Fui pionero del spinning. De nueva cuenta las rodillas no soportaron y tuve que dejar esa actividad. Tengo más de 25 años asistiendo al Maratón Acuático ABH tanto en Manzanillo como en Guayabitos y Santa María del Oro. Siempre admiré a los nadadores de largas distancia. Recuerdo que un día las Chivas se encontraban en pre temporada en Manzanillo, fue el torneo cuando fueron campeones en el 97. Estábamos esperando a los primeros nadadores cuando se me acerca Ferreti, me saluda y me dice que “andas haciendo aquí cabrón”. Cubriendo el maratón acuático. Me pidió le explicara en qué consistía la competencia. Le informé que nadaban seis kilómetros. ¿Cuánto? Le ratificó. Seis Km. Le comenté el tiempo que hacían y cuantos nadadores participaban. Se dio la media vuelta y se trajo a los jugadores. Les dice: “miren cabrones, esos deportistas se parten la madre día a día, nadan en promedio de tres a seis km diarios en dos o tres horas. Y ustedes se quejan por una pinche hora que trabajan. Ahhh, no cobran lo que ustedes ganan”. Me tuvo como testigo. De tanto ver. Un día de Santa María del Oro sacamos del agua a una señora de aproximadamente 150 kilos. Llegó exhausta pues había nadado el recorrido de tres km. Al final Salió contenta. Me quedé reflexionando. “Si ella puede, por qué no yo”. Además de que siempre me habían motivado Beto Ramírez y Gustavo Nuño. A partir de ahí me inscribí en la alberca y comencé a entrenar. En un año me animé y nadé la 24 edición del ABH en Guayabitos del Km. Hice 58 minutos, pero terminé. Hago una pausa para indicar que a mis 64 años la práctica deportiva que mayor placer me ha causado es justamente la natación. Nadar se ha convertido en parte de mi vida. Me acuerdo que antes de esa competencia Gustavo Nuño me preguntó: ¿Cómo te sientes? Un poco nervioso, culeado, contesté. Entonces vete a la lancha. Este tipo de competencias no son para culeros, me dijo con firmeza. Hirió mi amor propio y lo nadé. Enseguida crucé la Laguna de Santa María del Oro. Mi tiempo se acortó. Volví a nadar en Guayabitos y terminé en 38 minutos. Mi ultima participación fue en Santa María. Gané e hice un tiempo de 26 minutos. #QuedateEnTuCasa
El placer de la natación
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Raúl de la Cruz
Ciudad de México /