Increíble semana para el golf, pero mejor vamos por partes. En primer lugar, la victoria para Rickie Fowler, gran consentido de los golfistas y que en los últimos años había batallado mucho con su juego hasta el nivel de convertirse en el jugador número 185 del ranking , cuando en algún tiempo llegó a estar en los primeros diez del mundo.
Tuvieron que pasar 1,610 días desde su última victoria en el Waste Management Phoenix Open de 2019, además, la vida de Fowler cambió, se casó, tuvo a su primera hija y parecía que la vida de uno de los favoritos del público infantil ya había cambiado de rumbo, pero tuvo paciencia, buscó a Butch Harmon, uno de los más reconocidos coaches de golf, ya que sabía que todavía podía hacer más.
Desde el principio de la temporada ya se veía un cambio importante, segundo en el Zozo Championship, 4 top tens en los últimos cuatro torneos, un top 5 en el US Open y la semana anterior tiró su mejor ronda en el PGA Tour: 60 golpes en el Travelers.
Así, Rickie es campeón de nueva cuenta, al ganar en el Rocket Mortgage Classic en desempate con Adam Hadwin y Colin Morikawa, y ahora es el jugador número 23 del mundo y con muy buenas posibilidades de jugar en la próxima Ryder Cup.
Rickie nunca perdió la calma y la humildad que lo ha convertido en uno de los favoritos del público, estoy seguro de que muchos niños vestidos de naranja el domingo estarán muy felices.
El eterno Langer
Lo que logró en la semana el alemán Bernhard Langer es un récord que creo será muy difícil de romper. Langer se convirtió en el ganador con más victorias en el Champions Tour, rebasando a Hale Irwin con 46, y no solo eso, lo hace en el US Senior Open, además de lograrlo a los 65 años, que lo convierte en el ganador con más edad.
Bernard, que también tiene dos triunfos en el Masters de Augusta en su carrera, es un viajero del mundo. Empezó su trayectoria en el European Tour y después decidió jugar unos años en el PGA Tour, además de ser el capitán de la Ryder Cup y haber logrado más de 61 victorias a nivel Internacional.
Langer derrotó a uno de los fields más fuertes del año, en un campo de más de 7,200 yardas, que para un jugador de casi 66 años, que promedió 250 yardas desde la salida, es un logro muy importante. Hace poco le pregunté a un golfista del Champions Tour por qué Langer era tan bueno, y me dijo, lo primero su fortaleza mental, y segundo su capacidad de adaptarse, al saber que dejar a su familia tanto tiempo debía tener recompensa.
El único mexicano en el torneo, Javier Quevedo, no pudo pasar el corte clasificatorio en su primera intervención en el Tour de los veteranos.
Ejemplos como los de Langer y Rickie solo hablan de paciencia y fortaleza, ojalá muchos jóvenes puedan ver estos ejemplos.
