En días pasados se reunieron en el sureste mexicano los mandatarios de México y de cuba, dicho encuentro se fijaron posturas mutuamente sobre la relación bilateral entre ambas naciones, lo destacable es el pronunciamiento expreso y abierto del Gobierno de México en voz del Presidente Andrés Manuel López Obrador respecto de recriminar y abolir el inhumano bloqueo económico al país hermano que a más de cinco décadas ha prevalecido por los Estados Unidos como una determinación arbitraria y unilateral.
En la historia se registra un permanente intervencionismo de los Estados Unidos a diversos países, siempre con un control sobre los gobiernos vulnerables, auspiciando regímenes dictatoriales en América latina que implacables reprimían cualquier acto de insurgencia sin tener ninguna compasión ni respeto a la vida ni a la libertad de quienes pensaban diferente; por ello en Cuba desde su revolución que inspiró a los movimientos insurgentes contra los gobiernos antidemocráticos y represores en diferentes países del continente, se ensañó el imperio yanqui imponiendo un bloqueo económico con el que ha lidiado la Isla ya por medio siglo.
Hay un veto comercial para el país que tenga lazos económicos con la Isla, quien fuera la potencia económica mundial que alberga a los organismos financieros internacionales, con todo el poder político y económico de someter naciones y regiones, se estableció esa barrera económica para que la Isla fuera asfixiada financieramente y así incentivar una crisis interna que le permita derrocar desde adentro al régimen proveniente de la revolución cubana.
El imperio estadounidense no contaba con que Cuba iba a resistir, a pesar del bloqueo la Isla es una potencia mundial en investigación científica en medicina, en el deporte, en pedagogía, sobre todo en la conciencia y concepto de humanidad solidaria y generosa; las limitaciones son muchas, hay demasiadas carencias y se vive con racionalidad, sin embargo, es la dignidad de un pueblo que le ha permitido sobrevivir a los embates de la pobreza derivada del bloqueo que a estas alturas de la civilización de la humanidad no se justifica con nada.
Un país con poco menos de doce millones de habitantes se ve desde el imperio como un contrapeso mayúsculo en el modelo de sociedad que se proyecta en la humanidad, es el contraste entre modelos de organización política económica de las naciones, el capitalismo estadounidense y el socialismo cubano, en una desigualdad en la confrontación debido al bloqueo económico de uno hacía otro, que aun en ello, la isla supera en varios rubros al monstro norteamericano.
Es cuestionable la democracia y el esquema de respeto a los derechos humanos en la Isla, esta es la principal bandera de los del pensamiento de la derecha, nunca van a reconocer la fraternidad y solidaridad de los cubanos en exportar científicos para apoyar a las naciones más pobres en crisis sanitarias, la conciencia de los niños y jóvenes de idealizar una humanidad generosa, en armonía con la naturaleza, son enfoques diferentes a la formación tradicional de individuos criados en el consumismo e individualismo carentes de valores que ayudan a construir un colectivo social en armonía.
Cuba y México estrecharon lazos y se comprometieron a seguir impulsando una hermandad en los demás pueblos de América para encaminarse a una mejor humanidad, sin duda los encuentros entre países se dejan mensajes de integración, pero en el caso de Cuba, se eleva el nivel de lenguaje y filosofía del humanismo que para muchos ha dejado de prioridad en el ejercicio del poder.