En los últimos días el Instituto Nacional Electoral se ha convertido en el escándalo nacional por haber sancionado oficiosamente a varios pre candidatos que ya habían solicitado el registro para contender en elecciones locales, el argumento, no haber informado a dicha autoridad sobre sus gastos de pre campañas, cuando en estricto sentido, morena el partido que los postularía ni siquiera formalizó una etapa con la figura de precampañas, ocupó un método diferente al que establece la ley, el cual está previsto en su normatividad interna, la cual a su vez, fue debidamente registrada y eventualmente avalada por dicha autoridad electoral.
Pero más allá del debate jurídico que puede ser muy extenso, hay argumentos sólidos para demostrar el exceso y la extra limitación de facultades de la autoridad electoral, que evidentemente contrasta su actuación con la de años anteriores, cuando se le denunciaban gastos y operativos de compra de voto o el ilustrativo caso “monex” aquellas tarjetas de soriana con las que se dispersaron miles de millones de pesos en la campaña de Peña Nieto, el caso finalmente es que se delinea claramente una actuación política del árbitro en favor de un segmento de la competencia.
Definitivamente hay que saber leer entre líneas, se puede descifrar que hay de fondo en este movimiento político mediante una herramienta jurídica para descarrilar contendientes que prácticamente tienen asegurado el triunfo electoral según las mediciones de la propia autoridad y de los beneficiados que es la derecha encarnada en el PRIANPRD, es más que evidente que la actuación obedece a una medida desesperada porque ya ven con dificultad el que puedan revertir tendencias, ven en esta elección que será un golpe fulminante política y electoralmente del cual asumen será difícil reponerse.
El INE es uno de los organismos en el que aún tienen cierto control político, a eso le quieren sacar el mayor provecho, sin importar que detonen la ya deteriorada credibilidad, por eso actúan de forma burda, su ansiedad y desesperación por su sobrevivencia hacen que haya desdibujo en toda actuación por muy legal que la quieran camuflajear, saben que en esta etapa es determinante para tratar de mermar el avance de la fuerza electoral que quieren detener, porque ya en una campaña electoral y en la jornada electoral les será prácticamente imposible revertir lo que asumen ya como una inminente derrota que traducen en un exterminio político.
La última palabra en el terreno jurídico la tiene el tribunal electoral, pero en el ámbito político y social debe seguir el debate del comportamiento del organismo autónomo que representa al ciudadano y hace el papel de autoridad reguladora de los comicios, fue todo un esfuerzo del pueblo durante décadas en la lucha por la auténtica democratización del país, costó mucho para lograr la proeza de arrancar de la estructura de gobierno y ciudadanizar al árbitro electoral, como para que se desvirtúe y se ponga al servicio de los que precisamente simulaban la democracia, quienes por décadas mantenían el poder mediante fraudes electorales.
Por eso, la defensa del INE no está en disyuntiva si es un organismo autónomo o no, el discurso de la derecha es embustero, es un debate falso, plantean como si se quisiera secuestrar a la autoridad desde el poder presidencial cuando realmente lo que se pretende es que haya una emancipación de los actores del viejo régimen como es su Presidente Lorenzo Córdova y el consejero Ciro Murayama quienes actúan sistemáticamente como agentes partidistas, al fin de la jornada, todo esto se debe de entender como los coletazos del régimen que se rehúsa a morir, el proceso de transformación es gradual, este país merece instituciones con personas que tengan preparación pero sobre todo honorabilidad y decencia, no es fácil ni rápido pero se está en el camino en el que se va a lograr.