Arranca el mes de abril y la cuenta regresiva sigue su curso, conforme se acerca el día cero, el de la jornada electoral aumenta el nerviosismo de quienes les han fallado todos sus cálculos y estrategias, haciendo un recuento desde septiembre del 2023 que agotaron su proceso interno para ungir a la candidata de la cual se arrepienten por la senda ocurrencia que pensaron que por tener cierto rasgos de irreverencia iban a conectar con un sector del electorado, hoy se lamentan que todo ha sido fallido.
Su narrativa apocalíptica de que el país es una catástrofe conforme ponen los temas en su agenda se van cayendo, les es difícil engañar al ciudadano aun teniendo el control de varios medios de comunicación, sus feroces campañas de guerra sucia en la que invierten millones y millones de pesos no les han funcionado, ni contra el presidente ni contra la candidata oficial, las casas encuestadoras que han sido sus propias aliadas les han puesto en evidencia su estancamiento y reducción en abrumadora distancia.
Hicieron cálculos que con una campaña contra el presidente acusándolo de narcotraficante, anteriormente de dictador y de comunista y de recibir dinero del crimen organizado, acusan a los hijos del presidente de corrupción y traen a una diputada de España ultra conservadora y estimulan una agresión del presidente argentino, el resultado fue que el presidente tiene un 73% de la población que lo respalda y la candidata oficial se consolida con poco más de 30 puntos de ventaja en prácticamente todas las mediciones, su reto es que cada día de aquí a al día de la elección Claudia pierda medio punto y Xóchitl gane medio punto, diario, solo así estaría en condiciones de revertir lo que se aprecia imposible.
Son demasiado predecibles, van ahora a exhibir sus propias encuestas de fantasía en donde según ellos la elección se está cerrando queriendo armar la escena de aquel 2006 donde calderón supuestamente alcanzó y rebasó a Andrés Manuel, cuando fue todo un aparato de Estado que operó burdamente para instrumentar un fraude electoral, circunstancias que en la actualidad son prácticamente imposibles de hacer, en aquel tiempo había una correlación de prácticamente un 90% de gobernadores del PRIAN que fueron artífices territoriales y financieros para la operación, aunado al dispendio de recursos de cámaras empresariales con medios de comunicación que fueron determinantes para consumar el despojo electoral.
Hoy aunque tengan al árbitro calificador de la elección presidencial desde el tribunal electoral, les es imposible revertir la determinación ciudadana de seguir apoyando al presidente y su candidata que representa la continuidad y consolidación del proyecto de transformación del país, imposible que en dos meses puedan lograr lo que no pudieron en cinco años, es totalmente irracional pensar que su estrategia de campaña de odio y de engaño por más que la intensifiquen les pueda funcionar, pareciera que no entienden cuestiones tan elementales de estrategia política, no se requiere ser erudito en ciencia política o sociología para descifrar las inercias del colectivo social, no le pueden hacer cambiar de ideas a las multitudes con campañas odio de qué no está bien lo que la gente asume que está bien.
La disyuntiva no era si Claudia ganaba o no la elección, la disyuntiva era si iba ganar las dos terceras partes del congreso federal para avanzar el reformas constitucionales que consoliden el proyecto de transformación, disyuntiva que se va desvaneciendo conforme pasan las semanas por la gran ayuda involuntaria de la propia oposición.