No sé en qué termine al final la historia del supuesto fichaje de Jürgen Damm al equipo alemán Borussia Dortmund.
Por mí, que todo acabe en que se concrete y que este agradable jugador mexicano se integre a uno de los equipos más atractivos del futbol europeo.
Pero lo que destaco ahora son las dos versiones encontradas: la que publicó el diario RÉCORD en días pasados, asegurando que Damm estará en la Bundesliga con la camiseta amarilla y negra la próxima temporada.
Y la otra, la reacción enérgica del presidente de los Tigres, Alejandro Rodríguez, quien de inmediato salió a decir que el jugador de su propiedad no está en venta.
Entiendo las dos posiciones: la del mediodía de información que legítimamente busca ganar una noticia, partiendo de las certezas que le dan sus fuentes que por lo que se ve optan por el anonimato.
Pero también me resulta lógica la posición de un directivo al que no se le hizo nada agradable leer información que no generan ellos, en sus tiempos y en sus formas.
Que Jürgen Damm puede ser un jugador que interese a un equipo como el Borussia Dortmund suena lógico. Lo que no parece muy adecuado es que algún vocero de este equipo lo diga o reconozca públicamente. En el futbol europeo casi nadie tiene problemas con esto.
Quizá la versión que publicó RÉCORD provenga de alguien cercano al propio jugador, alguien a quien le interesa que esto se sepa en estos tiempos de pretemporada. Qué mal que no estén dispuestos a dar la cara.
No estaría nada mal que el propio Damm saliera a dar su posición y a contarnos si realmente ha recibido ofertas del equipo alemán.
La transparencia es lo que debe primar en estos tiempos, sobre todo cuando se trata de un asunto cuya publicación no daña ni tiene porqué afectar a ninguno de los involucrados.
Y Tigres tendría que decir que quien quiera llevarse a Jürgen tiene que pagar lo que está establecido en su contrato para su liberación.
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