Uno de los varios retornos mediáticos que registra la Liga Mx para la inminente nueva temporada es la de Jürgen Damm, con el América. El veloz atacante, que tuvo su momento más alto en rendimiento cuando fue contratado por los Tigres, hace ya algunos años, es proclive a protagonizar diálogos y polémicas en redes sociales como Twitter.
Desde este canal comunicativo ha venido respondiéndole a aficionados y medios, aclarando el tipo de relación que empezó a construir con las Águilas que dirige el argentino Fernando Ortiz.
Se le ocurrió publicar hace unos días este mensaje: “Y por último, mi sueño más grande siempre fue jugar con la Gran Ave, mucha gente piensa que lo declaré por un tema de necesitar trabajo cuando rechacé 3 propuestas económicamente mucho mejores y renuncié a más de 35M de salario en el Atlanta, todo con tal de jugar en América”.
Esto ha generado terribles versiones en medios. La más grave, la de dar por sentado que esos “35M” equivalen a “700 millones de pesos”. Por favor. ¿De dónde un jugador tan insignificante en términos de valía en el terreno de juego va a poder cobrar 700 millones de pesos?
Cuando Damm pone “35M” se refiere a 35 mil, vamos a dar por sentado que son 35 mil dólares. Eso, con el tipo de cambio de un dólar por 21 pesos, equivale a 735 mil pesos. Vamos a pensar que eso es lo que cobraba al mes con el Atlanta. Eso es creíble en el mundo del futbol profesional. ¿De dónde entonces puede escribirse o hablarse de 700 millones de pesos?
Que falta de rigor de todo mundo, pero sobre todo de los medios y periodistas que son incapaces de hacer planteamientos racionales, o de resolver una duda… con los valores que se sabe imperan en el medio futbolístico.
¿Qué futbolista en México o en la MLS del pobre nivel de Damm puede ganar 700 millones de pesos? ¿Al mes? ¿Al año? ¿En cinco años? Hace falta rigor para cotejar información está claro.
Rafael Ocampo