Concluirá este jueves la primera fase del Mundial de Clubes que se celebra desde el pasado 14 de junio en 12 estadios de 11 ciudades de los Estados Unidos.
La etapa en la que los 32 equipos participantes, divididos en 8 grupos, jugaron tres partidos cada uno.
Esta fase, compuesta por 48 enfrentamientos, arroja cifras realmente impresionantes.
En el partido 29, jugado entre la Juventus y el Wydad AC, se registró a la aficionada número 1 millón y, por supuesto, se le hizo un reconocimiento a la altura de la espectacular estrategia mercadológica de este evento.
Para el partido 48 que lo jugarán el RB Salzburgo contra el Real Madrid es muy factible la suma de aficionados se sitúe en 1 millón 600 mil espectadores. Es decir, 33,300 por partido. Este número es un enorme éxito.
Los siguientes 15 partidos que seguirán, a eliminatoria directa, cargados de drama y en escenarios con muchísima capacidad, sólo nos llevan a concluir que el Mundial de Clubes que organizó por primera vez la FIFA con este formato tan amplio, será un concepto incuestionable.
Si se decide organizarlo cada dos años nadie les reprochará nada. Habrá que ver eso sí cuántos países sedes pueden garantizar estos números grandiosos, de asistencia y de ingresos por todos los demás rubros que componen este negocio. Pareciera que esto solo se puede dar en los Estados Unidos. Pero habrá que ver.
Ahora, imagínense que el presidente estadunidense, Donald Trump, no hubiera desatado la persecución que encabeza desde hace dos semanas contra la población migrante indocumentada. Los números serían todavía más impresionantes.
No hay estudios todavía de cuánto afectó la presencia de aficionados en los estadios esta tensión y miedo. Pero es evidente, y está testimoniado, que miles de personas que están en esta condición migratoria, decidieron no exponerse a una detención.
¿Un 10, un 20 o un 30 por ciento de menos público por esta situación? Lo llegaremos a saber pronto, cuando esta tensión se elimine.
Por lo pronto, es el Real Madrid el equipo que más público ha llevado. Le sigue el París Saint-Germain, campeón de la Champions y en tercer lugar el Boca Juniors eliminado ya.
Algo bueno tiene este torneo que ni Trump pudo con él.