Vivimos una época de futbol profesional omnipresente e infinito. No hay descanso, no hay pausa. Terminan las Ligas nacionales, se completan las finales de torneos tan prestigiosos como la Champions League y enseguidita vienen más competiciones, todas atractivas. Esto no para y no parará.
Justo este sábado 31 de mayo se llevará a cabo la Final de la máxima competición de clubes, entre el PSG y el Inter de Milán. Nadie puede cuestionar los méritos de estos dos equipos, que hicieron una gran fase final. Los parisinos echaron en la primera ronda al favorito a quedarse con esta Copa, el Liverpool. Y los italianos, de último minuto y sufriendo lo indecible, pero dejaron fuera al atractivísimo FC Barcelona, del joven maravilla Lamine Yamal.
El que se quede con la llamada Orejona tiene legitimidad, aunque habrá que testificar las formas.
En escenarios más cercanos entre este mismo sábado 31 de mayo y el domingo 1 de junio dos de los equipos nacionales de mayor convocatoria, el América y el Cruz Azul, enfrentarán duelos decisivos.
El sábado, el América buscará su pase al Mundial de Clubes que se jugará en diversos estadios de los Estados Unidos a mediados de junio. Lo hará de visitante y a un solo partido, contra Los Ángeles FC. Su pase, que muchos han dado por descontado, no es nada seguro. Así que será un duelo con muchísimo misterio y dramático, seguro. En donde para variar el arbitraje estará siendo muy observado.
Y el domingo 1 de junio, el día de la elección judicial en México, el Cruz Azul intentará rescatar un título. Se trata de la Concachampions, nada más y nada menos. Lo que le daría presencia internacional muy atractiva. Su rival, el Vancouver Whitecaps, que llega como uno de los mejores conjuntos de la MLS en este torneo que abarca ya 16 jornadas.
Y apenas concluya esta jornada vienen eliminatorias mundialistas, Copa Oro de selecciones de la Concacaf, Mundial de Clubes.
Esto no para. Ni parará.
