El pasado viernes 24 de mayo de 2024 se inauguró en el centro cultural Casa Tilapa una exposición de arte confirmada por la obra de 12 alumnos del taller de creación artística que trabaja desde hace un año y tres meses en ese nuevo espacio dedicado al fomento de la creación plástica.
Le pregunto a Mercedes Martínez Albarrán por qué hacer una exposición de la obra artística de 12 niñas, niños y jóvenes adultos de la comunidad de San Juan Tilapa, uno de los pueblos circundantes de la ciudad de Toluca, cuando no es común ver obra infantil y juvenil expuesta con el rigor con que se muestra la obra de artistas mayores. Ella es la principal promotora de esta exposición con que el centro cultural Casa Tilapa se consolida como un nuevo referente en la promoción del arte en esa comunidad ubicada entre San Felipe Tlalmimilolpan y Santiago Tlacotepec, en la capital del Estado de México.
Responde: “Es con la intención de inculcar el valor que tiene el acercamiento a las artes visuales a edad temprana, así como adolescentes y personas adultas. Y el hecho de que niñas, niños y adultos tengan participación en una exposición en colectivo, mostrando el resultado final de un proceso plasmado en cada técnica utilizada, los inspire y motive, y que no pierdan esa capacidad de asombro que los impulse a seguir explorando las diversas posibilidades que nos ofrece el arte tanto cognitiva como creativamente”.
La exposición consta de 19 obras con técnica mixta, acuarela y tintas, tres libros de artista con la técnica del dibujo y distintos modelados en barro que dejan en claro que la vocación creativa se fomenta y crece con actividades como esta, que será clausurada el próximo 8 de junio de 2024.
Esta exposición es la tercera en lo que va del año en la galería El Galpón, de ese centro cultural que con todo derecho puede denominarse comunitario, pues más allá de ser patrocinado por particulares es un espacio del que se ha apropiado la gente de la localidad, pues son ellos quienes hacen uso de los servicios del centro y estimulan con su presencia a los talentos que ahí se forman.
Iniciativas como esta confirman el prestigio del que goza la organización ciudadana enfocada al servicio social, un prestigio que debe preservarse porque vivimos en sociedad, con valores que pueden perderse de vista ante los embates de la desigualdad y la violencia. Organizarse para promover el desarrollo artístico de niñas, niños y jóvenes ofrece, sin duda, una recompensa apreciable en el tiempo, pues contribuye a la tolerancia y la no discriminación entre vecinos y visitantes; fomenta el diálogo cultural y fortalece las vías para construir ciudadanía, una ciudadanía responsable con su entorno y con las siguientes generaciones. He ahí una revelación más de esta iniciativa que mucho importa seguir de cerca.
