La ausencia de reglas para la reelección de alcaldes y diputados en Puebla, posterior a la reforma constitucional, es un agravio a la democracia.
Si el partido gobernante Morena presume entre sus símbolos de la Cuarta Transformación la figura de Francisco I. Madero, le vendría bien sustituirlo por el del dictador Porfirio Díaz.
En Puebla, no solo borraron el principio maderista de la no relección, los morenistas diseñaron por omisión un traje a la medida al abuso y la arbitrariedad para favorecer la ambición vitalicia.
Se trata de una omisión por Comisión en el Congreso local para que los alcaldes y legisladores tuvieran manga ancha para usar en su beneficio el dinero y patrimonio de los poblanos.
Presidentes municipales en funciones actúan con alevosía y ventaja respecto al resto de ciudadanos con derecho a votar y ser votados, al aprovecharse de los vacíos legales, por falta de reglas que regulen la reelección.
Lo único que acomodaron a su interés fue reducir de 120 días (6 de febrero) a 90 días (8 de marzo) el plazo para separarse del cargo público, logrando con ello utilizar bienes públicos a favor sin ningún límite.
Ante el vacío legislativo, el organismo electoral local, el IEE, se limitó a imponer como "regla" para quienes buscan reelegirse como presidente (a) municipal o diputado (a) dejar el cargo 120 días antes de la elección.
Pero no fue suficiente el plazo para los promotores de gobiernos municipales dictadorzuelos, le enmendaron la plaza al IEE para recordarle que la constitución local ya establece el plazo de 90 días para la separación del cargo, y el Tribunal Electoral (TEEP) ordenó al IEE ajustarse a los 90 días que establece la constitución local.
Olvidaron los magistrados del TEEP que los 90 días fijados en la constitución obedece al principio de sufragio efectivo no reelección, y los 120 días eran necesarios para evitar que los porfiristas echaran mano del erario para reelegirse, y favorecer una competencia electoral equitativa.
La presidenta del TEEP, Norma Angélica Sandoval, "admite" que el Congreso del estado tiene que trabajar una reforma electoral para fijar reglas claras en materia de reelección, aunque recordó que eso tendrá que discutirse y aprobarse hasta que concluya el proceso electoral vigente (2021). Así o más descarado.