Pese a las promiscuas alianzas y coaliciones de los principales partidos políticos para estas elecciones concurrentes, las ideologías políticas persisten, pero están ocultas por el pragmatismo de la lucha del poder por el poder mismo.
Las ideologías de izquierda, derecha y centro cohabitan en las campañas electorales, y no es que sean malas, pueden servir para coincidir en resolver los problemas más acuciantes del país.
A estas y otras conclusiones arribaron jóvenes universitarios de la UAP, Upaep y Tec de Monterrey, reunidos en una debate sobre ideologías políticas y los Millennials, personas nacidas entre 1980 y 2000, encuentro auspiciado por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAP.
Los tres equipos de participantes coincidieron en vías de solución a los problemas estructurales de México, el mayor acceso y financiamiento público a la educación, y en un modelo educativo del sistema básico que fomente el sentido crítico.
La inseguridad pública, la violencia, corrupción, impunidad, pobreza, transparencia, respeto a los derechos humanos y equidad de género, coincidieron los millennials, solo podrán abatirse con más y mejor educación.
Fenómenos como la corrupción e impunidad, aseguran, no se resuelve con un decreto gubernamental, la erradicación estructural debe ser de raíz, con un modelo educativo donde prevalezca la ética y los valores.
Los jóvenes millennials vomitan a los políticos de siempre, los corruptos, incompetentes y arribistas que solo ven por sus intereses personales, los relacionados a sus negocios y enriquecimiento al amparo de la función pública.
Reunidos en el Aula del Complejo Cultural Universitario de la UAP, los participantes rechazan la continuidad de un Estado paternalista y benefactor, testan la parálisis gubernamental en crisis como los sismos, porque siempre son rebasados por la sociedad civil organizada.
Un foro como el organizado por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAP, debería replicarse, y no solo por la coyuntura electoral.