En muchos sentidos, lo que parece un fracaso anunciado sobre la consulta popular, en realidad sería un daño para el ejercicio democrático de los ciudadanos.
Manoseado por los deseos políticos inmediatistas, como ocurrió en la supuesta consulta sobre la construcción del aeropuerto internacional el Texcoco, dicha figura se desacreditó.
En esa y otras "consultas" han sido los militantes y activistas de Morena o funcionarios de gobiernos de la Cuarta Transformación, o todos juntos, los que se constituyeron como juez y parte.
En esos ejercicios para que el pueblo sabio eligiera, sin más reglas que la decisión del poder políticos, los reportes periodísticos dieron cuenta de cómo existió una absoluta manipulación de la votación y anarquía en la captación del voto ciudadano.
En ciudades como CdMx, Guadalajara y otras, se demostró el desorden y la arbitrariedad de la presunta consulta, pues se comprobó que los votantes acudían a las diferentes casillas en los llamados operativos carrusel.
Los militantes y simpatizantes de la 4T fueron los funcionarios de casillas, escrutadores y administradores de la supuesta consulta.
En esa votación participaron 1 millón 67 mil 859, menos del 1% del padrón electoral, poco más de los votos contra la obra de Texcoco, suficientes para que el gobierno federal cancelara el proyecto.
La presunta consulta nacional tuvo un carácter "vinculante" porque así les dio la gana, porque el "pueblo bueno" tomó una "sabia decisión".
A diferencia de esa consulta pirata, en esta ocasión intervino la Cámara de Diputados para ordenar la que se realizará el 1 de agosto para consultar a los mexicanos si están de acuerdo en enjuiciar a los ex presidentes de México.
El texto de la extensa pregunta para la consulta popular fue redactado por la Cámara de Diputados, costará 50 mdp y decidieron los plazos para que el INE la aplicará.
A los promotores de la consulta les “parece un trabalenguas o el famoso cantinfleo” el texto que aparecerá en la boleta; le atribuyen al INE el hecho de que no estén los nombres de los ex presidentes.
Además de no estar bien informados, los activistas desconocen que, para ser vinculante, se debe alcanzar 40% de votantes del padrón electoral.
En la consulta para frenar la obra del aeropuerto logró participar 1% de la lista nominal, para ser vinculante deben sumar 39% el 1 de agosto, lo que está entre difícil e imposible.