Política

Aborto: polarización y falsa disyuntiva

¿Cristianismo sí, comunismo no? ¿Vida sí, muerte no?, parecen maniqueas las preguntas, pero empieza a escalar la confrontación entre los pro vida y las pro abortistas.

En ambos lados de la moneda hay fundamentalismo y fanatismo, de las minorías feministas y los grupos conservadores, y en un país polarizado no regresaría a las batallas de la década de los 60.

Hay dos realidades que la sociedad poblana tiene que ubicar muy bien para un debate que ya está en las calles: la inconstitucionalidad de castigar con cárcel a las mujeres por practicarse un aborto, y la defensa de la vida de la concepción hasta la muerte.

Lo indiscutible es que los ministros de la Corte han despenalizado el aborto por los castigos corporales de la privación de la libertad a las mujeres, porque violan los derechos humanos.

Unas 28 entidades de la República modificaron los respectivos códigos penales para tipificar como delito la práctica del aborto, y castigaron con años de prisión a las mujeres, con tres, cinco y hasta diez años, lo que vulnera los derechos humanos.

En muchos de los extremos de la criminalización, es decir, penalizar el aborto, dejan de importar los motivos como enfermedades congénitas, por violación o resultado de un incesto, entre otras causas.

En este momento hay más mujeres presas por esa práctica, que sacerdotes católicos en prisión por pedofilia, pederastia y abuso sexual contra menores, como está perfectamente documentado.

Marcial Maciel, de Legionarios de Cristo, y el sacerdote de Tehuacán, Nicolás Aguilar Rivera, protegido este último por el entonces cardenal primado de Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera.

Empero, declarar la inconstitucionalidad de estos castigos corporales de ninguna manera es una autorización a las prácticas abortistas "gratuitas" en la salud pública, porque finalmente queda en el terreno del derecho humanos de las mujeres de su propia decisión y riesgo en relación a su cuerpo.

Las teorías ultraconservadoras de defensa a la vida, como si las mujeres pensaran que al embarazarse lo harían solo para abortar, es un despropósito.

La condena al estilo del medievo de las "buenas conciencias" que callan ante actos criminales de curas y no curas depredadores sexuales de menores, y que no escuchan ni razones biológicas por abortos no deseados, es llevar al extremo una sentencia inquisidora.

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Pablo Ruiz Meza
  • Pablo Ruiz Meza
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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