Política

El derecho de las audiencias

No cabe duda de que en las redes circula una gran cantidad de basura. La variedad es increíblemente amplia. Sin necesidad de buscar, el algoritmo insistirá e insistirá hasta encontrarnos el lado flaco. Sea por aburrimiento, morbo o interés sincero, más pronto que tarde, nos toparemos con algo habrá que apenas logrará ofendernos la pupila o con otra cosa que podría calarnos en lo más profundo del alma.

Dado que los emisores encarnan todas las raleas, ningún mensaje es neutro, mucho menos inocente. Basta una simple conversación en voz alta para que el celular o la Alexa comience a bombardearnos con consejos de supuestos espiritistas, expertos en rutinas deportivas, dietistas, asesores de moda, compras, tecnología, hobbies, viajes, hasta científicos que tienen la clave maestra para sobrevivir al fin del mundo.

Vale decir que no todo son memes y las muchas tonterías de Ángela Aguilar, Justin Bieber, Belinda, las ladies o lores de todos los colores y sabores. También en la red es posible encontrar poesía, espiritualidad, redes de solidaridad, reportajes científicos y periodísticos serios, y un sinnúmero de consejos prácticos súper útiles para hacernos la vida más fácil. En eso estriba la paradójica maravilla de la libertad de expresión en las redes: en ellas podemos encontrar la quintaesencia o la podredumbre humana.

Considerando la enorme posibilidad que tenemos de toparnos con corridos tumbados de Peso Pluma, los posts del Chuy Pata Biónica o los comiquísimos sketches de Saturday night live, ¿debemos limitar la libertad de expresión de una manera más rigurosa a la que hoy existe? ¿Deberían bloquearse las historias que los chinos continúan desparramando en todo el mundo para caricaturizar el futuro del mundo laboral en los Estados Unidos, una vez que los aranceles hayan cumplido su misión? ¿Deberían cerrarse los canales de streaming que los divulguen por el sesgo ideológico que promueven? Y qué hay con los que pasiva o activamente favorecen al Gobierno de la 4T, ¿esos sí deben continuar? Qué pasa si un día Trump decide elogiar a la Presidenta, ¿debe prohibirse su mensaje para no difundir propaganda política proveniente del extranjero? ¿Qué significa proteger y defender los derechos de las audiencias? ¿Acaso no hay un sesgo ideológico en el hecho de que sea la Secretaría de Gobernación la responsable de vigilar y supervisar la publicidad que se transmita mediante servicios de radiodifusión, televisión, audio y el de las plataformas digitales? ¿Qué derechos nos arrebata dicho sesgo?


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Pablo Ayala Enríquez
  • Pablo Ayala Enríquez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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