Cultura

Vericuetos amazónicos

Mientras me tomo un cafecito e intento superar las terribles noticias ambientales que nos exhiben los diarios y las redes sociales, caigo en cuenta que estamos sumergidos hasta el cogote en una vorágine desinformativa que nos arrastra hacía la ignorancia crónica.

¿A qué viene esta queja de doncito desquehacerado? Pues resulta que en las últimas dos semanas, en lo que al incendio en el Amazonas se refiere, las redes sociales se volvieron un pandemónium donde muchos nos sumamos a una histeria desbocada. Y no es para menos, la destrucción de una parte del “pulmón del mundo” es algo que nos afecta a todos los habitantes de este jericayero planeta.

Sin embargo, con la cabeza más fría y después de analizar el tema, es sencillo observar que esté tsunami de información es totalmente tendencioso. Y repito, lo del Amazonas es una tragedia mayúscula, no vayan a pensar que estoy de acuerdo en quemar la selva. Empero, analícelo usted bien querido lector, y se dará cuenta que la información relativa a ese incendio es manipulada en una burda propensión política, eso es innegable. 

A continuación, argumento y contextualizo: durante el estiaje 2019, en Jalisco se incendiaron más 75 mil hectáreas de pastizales, bosques y selvas mientras que en la amazonia sudamericana van cerca de 620 mil hectáreas incineradas, esto nos dice que efectivamente se trata de un  incendio de grandes dimensiones, una catástrofe mundial. Pero desafortunadamente no es la única, ni la más terrible. Ya que de manera notoria y vaya usted a saber sí intencionalmente, las redes sociales han omitido por completo los más de cuatro mil incendios forestales que se esparcen incontrolables desde hace tres meses en el este de Rusia, los cuales han arrasado casi 3 millones de hectáreas de bosques siberianos. Y en el mismo tenor, los intrépidos activistas de Facebook y Twitter apenas y se han dado cuenta de otras 10 mil quemazones que devastan casi toda la superficie de Angola y El Congo. Luego entonces, aquí es donde notamos el sesgo; pues la opinión pública mundial, capitaneada sin saberlo desde el Palais de l'Élysée en Paris, apunta sus cañones hacía Brasil y el régimen del indefendible Bolsonaro, pero se olvidan de lo que sucede en el resto del mundo.

En resumen, es sabido que Francia, Canadá y otros países navegan por el mundo con bandera de próceres benditos de la biodiversidad, mientras que sus empresas mineras saquean las riquezas naturales de las naciones tercermundistas. Por lo tanto reflexiono y me hago tres preguntas: ¿por qué el G7 está sólo interesado en la catástrofe brasileña?, ¿Por qué el G7 ha negado la ayuda a Rusia y África?  Y ¿Por qué las redes sociales borraron mi publicación al respecto?

Los incendios forestales son una tragedia y tenemos que revertirla de manera técnica y racional, pero sobre todo, no debemos dejarnos llevar por los credos políticos parasitarios que desvían nuestra atención de lo realmente importante: el planeta y su biodiversidad.

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Oscar Riveroll
  • Oscar Riveroll
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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