Hace 22 años ser gay en la televisión solo podía ser posible a través de la ficción, a través de ciertos personajes que algunos creadores de series se atrevían a presentar y que caían en las mismas categorías: personajes secundarios con características similares. Fue en 1997 en el show Ellen, que su protagonista, Ellen DeGeneres decidió salir del clóset y con ello hacer historia en la televisión y en la comunidad LGBT+. Este acontecimiento lo he visto por igual retomado en publicaciones LGBT+ como en exposiciones en la Ciudad de México o Londres. Fue un momento fundamental para nuestra visualización en los medios, el pretexto para que shows como Will & Grace existieran y el resto es historia.
Ellen no es perfecta, recordemos que el año pasado recibió en su estudio a Kevin Hart y consideró que las disculpas del actor por su discurso homofóbico fueron suficientes y hay quienes consideran que le faltaría ser más agresiva en sus posturas políticas (recientemente se le vio en un partido de fútbol americano con George W. Bush), sin embargo, lo que ha hecho por nuestra comunidad será recordado para siempre, fue mucho su valor para salir del clóset en tiempos donde lo arriesgó todo, lo perdió y después resurgió como una de las comunicadoras más influyentes.
Los Globos de oro reconocerán a la conductora este domingo y con ello reconocen a la diversidad en la televisión, a su talento y a la forma en que vamos cambiando el discurso siendo más incluyentes en todos los espacios. En el entretenimiento, gracias a figuras como Ellen, vamos por buen camino.
