Comenzar a ver una serie de Ryan Murphy es una experiencia radical, uno puede enamorarse por completo del proyecto desde el minuto uno o por el contrario, puede aborrecerlo con todas sus fuerzas, pero la mente maestra detrás de Nip/Tuck o American Crime Story no deja indiferente a nadie. Ver una de sus series en Netflix es aún más interesante, porque los proyectos de Murphy usualmente comienzan en lo más alto y poco a poco su ambición visual y narrativa puede saturar el concepto y destruirlo, como el caso de Glee.
El show musical que trajo de vuelta al género en televisión y cine, es justamente la referencia más fuerte en The politician, un espectáculo en el que Murphy, Brad Falchuck e Ian Brennan regresan a las aulas ahora teniendo como protagonistas a jóvenes que aspiran a puestos políticos, en particular a Payton Hobard (el glorioso Ben Platt), determinado a convertirse en un futuro presidente de EU.
Hay muchas cosas que hablar de The Politician (dedicaré uno de estos espacios solo a los temas LGBT en la serie), por el momento puedo decir que tiene momentos muy brillantes (todo el episodio cinco es una muestra de la grandeza de Murphy y compañía); sin embargo, hay mucho que podría editarse y hubiera sido una gran primera temporada. De que es un material destacado, lo es. Los fans de Murphy la amarán, los que no lo son, hay que tenerle paciencia, vale la pena llegar hasta el episodio final.
