Una vez más, una acción judicial y su difusión masiva confunde la situación real de la agenda pública con relación a la regulación de la cannabis, contribuyendo así a la mala interpretación de lo que hoy se permite y no se permite en nuestro país.
Un criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para declarar inconstitucional la penalización de la posesión de marihuana de más de cinco gramos para consumo personal, lo cual fue interpretado como la legalización del consumo de la misma, motivó que el senado de la República saliera a aclarar lo que esta acción judicial significa.
Tanto la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero como el presidente de la Junta de Coordinación Política de la cámara alta, Ricardo Monreal Avila, tuvieron que explicar que, por una parte esto no significa la legalización del consumo de la marihuana, aunque el criterio sí será tomado en cuenta, además de coincidir en que urge acelerar la regulación del uso de la misma.
Ha sido importante esta aclaración de parte del poder legislativo en una agenda que tiene ya algunos años de estar causando confusión y promoviendo indirectamente el uso de la marihuana para uso recreativo, sobre todo en la población juvenil, bajo el argumento de que pronto será legal.
Hablemos claro en un tema que de por sí es polémico y controversial, ya que la terminología legislativa o judicial, entendida por supuesto por los expertos y técnicos, está permeando de forma confusa a la población en general, que da por hecho temas que aún están por aprobarse y adelantando tiempos que aún no se concretan.
Nuestro análisis personal con base a la información que tenemos de diversos sectores es que, en efecto, más pronto que tarde el uso recreativo, médico e industrial de la cannabis será regulado legalmente, por lo que debe venir acompañado de una asertiva y efectiva campaña de comunicación, de información, de educación y de prevención, en el caso de las adicciones.
Es evidente que la cannabis tiene infinidad de usos positivos a nivel industrial, que sus propiedades médicas son cada vez más estudiadas y reconocidas, así como muchos otros beneficios que la siembra y cultivo de la planta puede traer a nuestra economía, por lo que estamos hablando de áreas de oportunidad muy claras.
Sin embargo hay que ser igual de claros en informar sobre el uso recreativo de la droga psicotrópica contenida en la planta (thc) comenzando por desterrar los argumentos que dicen que no hace daño por ser natural.
Hablemos claro y sin argumentos manipulados: la marihuana tiene efectos secundarios y causa adicción, sobre todo en la población joven, entre cuyas consecuencias está el desarrollo de la anhedonia que es la pérdida de todo tipo de placer.
Insistimos, así como la regulación es inevitable, hablemos claro e incrementamos la prevención de adicciones sobre el uso de sustancias psicotrópicas.
Por: Omar Cervantes Rodríguez