Cultura

Dejar el egoísmo

Primer miércoles del mes y con ello hoy nos toca comentar sobre la séptima promesa del programa de 12 pasos de alcohólicos anónimos, aplicable a todas las adicciones y que en esta ocasión trata sobre dejar el egoísmo e involucrarse de manera más activa en la vida de los demás.

“Ya no queremos ser egoístas en nuestras relaciones humanas y cobraremos un gran interés en las desgracias de nuestros semejantes”, dice la promesa número siete que abordamos en el séptimo mes del año.

¿Acaso es posible que un programa de recuperación de adicciones haga más sensibles a los pacientes o desaparezca en ellos el egoísmo de víctimas con el que habían llegado, para de repente tener un espíritu solidario por los demás?

Lo que en realidad sucede en la comunidad de alcohólicos anónimos o adictos anónimos, ya sea en un grupo tradicional, en una clínica que utilice el modelo de los 12 pasos o en otros esfuerzos similares, es una nueva visión de relaciones en las que el grupo como un todo se vuelve más importante que el individuo; además de que la recuperación y la salvación de muchas vidas depende en gran medida en compartir unos con otros sus propias experiencias.

Paradójicamente, esos seres humanos que llegaron a un programa de recuperación llenos de miedos, viviéndose en un aislamiento permanente, muchos de ellos sintiéndose víctimas de todos y de todo, con una gran acumulación de resentimientos, comienzan a escuchar lo que otros que comenzaron igual que ellos les comparten de cómo le han hecho para superar la adicción por un día a la vez.

En ese llamado “puente de comprensión” entre iguales, los recién llegados comienzan a confiar en los más avanzados porque observan como abren su historial de experiencias y al hacerlo consiguen que otros se identifiquen con ellos, hasta que todos se dan cuenta de que ver por los demás y dejar de hacerlo solamente por uno mismo, ha sido una de las experiencias terapéuticas que les ha dejado practicar el programa de los 12 pasos y compartir sus vivencias en la tribuna del grupo que comienza a ser el punto de encuentro para todos.

El paciente se percata de que así como otros les extendieron la mano, hacerlo con los que vienen detrás de ellos se convierte en la oportunidad de seguir recuperándose y salvando su propia vida, por lo que cuidar del otro y buscar la fuerza del grupo hace que de pronto esas personas que antes fueron etiquetadas de egoístas, conozcan la virtud de la solidaridad y entiendan que el darse a los demás es su mejor forma de crecimiento para lo cual deberán dejar de lado sus propias expectativas e intereses individualistas.

El valor tribal de la nueva familia, en el que se despojan del egoísmo y de los mecanismos de defensa que usaban en el mundo exterior, cambia incluso la fisonomía de muchos adictos en recuperación que se sienten respaldados por su grupo y se mantienen comprometidos con este, por lo que comienzan a mostrar semblantes más alegres, amables y agradecidos, como un milagro del proceso terapéutico que se vive en el programa.

Omar Cervantes

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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