Cultura

Aquel hombre que se puso las pantuflas

Cuenta la literatura de Alcohólicos Anónimos sobre un hombre que después de 25 años de mantenerse libre de alcohol, se le hizo buena idea tomarse unos tragos, bajo el argumento de que ya había logrado los objetivos de su vida, lo cual se comparte como uno de los ejemplos de recaída de una enfermedad que no tiene cura y es crónica.

“Tomó entonces la decisión de no tomar ni una sola gota de alcohol hasta que hubiese triunfado en la vida y viviera retirado de los negocios. Con una fuerza excepcional, este hombre permaneció perfectamente abstemio durante veinticinco años y, después de haber triunfado en el mundo de los negocios, se retiró a los cincuenta y cinco.

“Como casi todos los alcohólicos, cometió el error de creer que, en razón de su larga abstinencia y de su disciplina personal, podría beber como los demás.

“Se puso sus pantuflas y abrió una botella. Dos meses más tarde llegó a un hospital confundido y humillado. Durante algún tiempo hizo esfuerzos para regular su modo de beber, al tiempo que se internaba varias veces en el hospital.

“Poco después, reuniendo todo el coraje de que era capaz, intentó cesar de beber completamente, sólo para descubrir que no podía. Sin fijarse en gastos, consiguió todos los medios posibles para combatir su hábito; pero todas sus tentativas fracasaron. De complexión robusta en su retiro, su físico decayó gravemente y murió cuatro años más tarde”, (Alcohólicos Anónimos, Capitulo 3, Más acerca del alcoholismo).

Esta historia real, de los viejos veteranos de AA, es uno de los testimonios para demostrar que una vez alcohólico, alcohólico para siempre, pensamiento que siempre hemos tenido muy presente y que en estas dos semanas de reflexión sobre nuestros propios primeros 25 años sin alcohol, que se cumplen el 14 de febrero próximo, tendremos mucho cuidado de no ponernos las pantuflas ni descorchar la botella, sino que, con consciencia seguiremos cuidándonos, procurando mantener nuestra sobriedad y, con el firme deseo de ayudar a otros que aún están sufriendo de esta u otra adicción.

Otras historias similares hemos escuchado o visto en el cuarto de siglo de estar en contacto con la recuperación y los ocho años que tenemos de trabajar como especialista en adicciones, en los que hemos llegado a oír frases como “cuando haya terminado de sacar a mis hijos de la universidad me daré el permiso de volver a consumir”, lo cual constituye sin temor a equivocarnos, el inicio de la recaída mental.

Estas reservas mentales que muchos alcohólicos o adictos suelen tener es uno de los factores que, a la postre, causan recaídas e impiden una recuperación más prolongada.

Como una forma de dar gracias a Dios y testimonio de que sí se puede vivir sin adicciones, en las próximas semanas antes y durante estos 25 años de sobriedad, en nuestros artículos y en nuestras redes sociales estaremos compartiendo algunas reflexiones sobre esta terrible enfermedad llamada alcoholismo.

Omar Cervantes Rodríguez

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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