El día de hoy, en una plática de café alguien cuestionó ¿en verdad creen que USA va a permitir que uno de sus principales socios comerciales y vecino, se convierta en dictadura? Lo cual me trajo a la mente varias reflexiones. En primer lugar, la política interna de los países no depende de terceros países, por más poderosos que estos sean o por más intereses que tengan en la región, si esto fuera así no existiría de facto el principio de “soberanía y autodeterminación de las naciones”. En segundo lugar, a USA no le convienen las dictaduras en la región, eso es una realidad; sin embargo, las tenemos en la actualidad, unas pagando las consecuencias como en el caso de Venezuela, que pareciera que va de salida y otra en su máximo apogeo como el caso de Nicaragua, en donde hasta dar entrevistas dando tu punto de vista si eres de Nicaragua se ha convertido en traición a la patria. Y me podrán decir, si, pero México no le conviene y es verdad, no le conviene no tener el control y que México pase de ser un país en vías de desarrollo a uno subdesarrollado; sin embargo, si eso llegara a pasar, ellos encontrarán la forma de encontrar nuevos proveedores, tendrán más mano de obra barata por la gente que va a emigrar y sin duda aprovecharán la coyuntura y desgracia de México a su favor (cosa que haría cualquier otro país, siendo realistas). No queramos creer la falacia de que alguien externo llegará a rescatarnos, los únicos que podemos frenar lo que no está bien en nuestro país somos nosotros mismos, los que vivimos aquí. Los venezolanos se lamentan de no haber sido más activos cuando apenas comenzaba su dictadura, de no haber tomado en serio lo que representaba perder la libertad que es el valor principal que garantiza una democracia. La libertad no está peleada con el desarrollo, al contrario, lo garantiza. Así que si queremos que algo pase o no pase en nuestro país, participemos, levantemos la voz, denunciemos, actuemos. No caigamos en posturas mediocres e irresponsables de pensar que alguien más vendrá a arreglar las cosas. Es como pensar que tienes una fuga en tu casa que la está inundando y que tu vecino con tal de que su casa no se afecte irá a arreglarte la tuya, lo que hará será poner una barda para evitar que le entre el agua a la suya, demandarte si sufre daños o cualquier cosa en donde al final tú tendrás que arreglar tu casa y responder por los daños que tu negligencia cause. Tenemos que cambiar esa mentalidad y ponernos las pilas participando y socializando información en las escuelas, iglesias, centros de trabajo, con la comunidad en general, la información es la herramienta más poderosa que tenemos para para ganar cualquier batalla.
@SoyNancyFonseca