El sábado se presentaron resultados de la encuesta Cómo Vamos, Nuevo León. Si bien la herramienta, representativa para el estado y el Área Metropolitana, abarca una gran serie de problemáticas, hubo dos datos en lo que se refiere a la violencia hacia las mujeres que me sorprendieron enormemente y para mal.
El primero de ellos es que el 51 por ciento de la población de nuestro estado considera que las mujeres comparten con sus victimarios la responsabilidad de ser agredidas debido a su forma de vestir. El segundo, 70 por ciento de la población, considera que las mujeres víctimas de violencia son responsables de que las sigan agrediendo si no se alejan de su agresor.
La gran proporción de personas de acuerdo con estas aseveraciones vuelve imposible circunscribir estos planteamientos a grupos poblacionales específicos. Ni son solo las personas mayores las que piensan así, tampoco son solamente las personas con escasa educación, ni siquiera son solo los hombres. A esto nos referimos cuando decimos que el patriarcado es sistémico.
Así que no se le puede combatir. Es una hidra de múltiples cabezas que tan pronto cortas una reaparece con otra. Al sistema patriarcal hay que desmantelarlo y eso implica ya no digamos acciones de Gobierno, sino el desarrollo de políticas de Estado, que permanezcan en el tiempo más allá de lo que dura un sexenio.
En este sentido, el trabajo desde el ámbito escolar es fundamental. Nuestras escuelas (y esto incluye el edificio, el profesorado, el equipo administrativo y sus autoridades) deben estar preparadas para educar en la igualdad. Hay mucho que desde la Secretaría de Educación de Nuevo León se está haciendo en ese sentido, pero la realidad nos obliga a redoblar esfuerzos.
Por otro lado, la escuela no puede ser la única institución trabajando en esa dirección, las empresas, las organizaciones y las instancias gubernamentales tienen que cerrar la pinza. Más de la mitad de nuestra población cree que una minifalda es un permiso para la agresión y tres cuartas partes de nuevoleoneses creen que una mujer violentada por su pareja puede simplemente irse. Tenemos que actuar.
