La apertura de los denominados CECI, Centros de Educación y Cuidado Infantil, del IMSS, en Ciudad Juárez, tiene, tras décadas de desamparo para las infancias y violencia hacia las mujeres en ese territorio de maquilas, un enorme simbolismo. En su presentación, el director del Instituto, Zoé Robledo, abordó dos términos fundamentales para hablar de esta nueva etapa: los cuidados y la reconstrucción del tejido social.
El primero es el paraguas que incluye a todas las actividades que implican coadyuvar a que una persona que no lo puede lograr por sí misma –ya sea por su corta edad, por ser adulta mayor o bien por tener alguna discapacidad– pueda tener cubiertas sus necesidades y funciones fundamentales. Al día de hoy, de acuerdo a cifras del Inegi, el 70 por ciento de estas tareas (casi siempre carentes de remuneración) reposa sobre los hombros de las mujeres.
El segundo, es la apuesta fundamental para la construcción de la paz que hace tiempo no conoce nuestro país. Incluye establecer relaciones sanas entre las personas de una comunidad que, en el proceso, se reapropian de los espacios públicos y se apoyan entre sí a través de una participación horizontal y constante en el proceso de toma de decisiones.
Así, la nueva propuesta del IMSS no implica solamente el mantener a las infancias a buen resguardo durante los periodos en los que sus familias no pueden hacerse cargo de ello, sino que significa utilizar estos espacios como palanca para generar alternativas de empleo y emprendimiento, poniendo en manos de los vecinos de esos espacios la proveeduría de bienes y servicios que se requieran; todo ello mientras las niñas y niños participan en actividades que fomentan su desarrollo.
Se trata de una apuesta visionaria que se nutre de prácticas probadamente buenas como las que se desarrollaron en Bogotá con las Manzanas del Cuidado e, incluso, lo que ya vemos en Nuevo León con los Centros Comunitarios. Esperemos que el director del IMSS y su equipo estén a la altura y que no lo traicione la tentación de volver a las prácticas de siempre, como cuando esta mañana sin querer habló de “guarderías” para inmediatamente después retomar el concepto de CECI.