El día de ayer participé en un panel de discusión organizado en el marco de la Cátedra Alfonso Reyes del Tecnológico de Monterrey para rendir homenaje a una nuevoleonesa excepcional como lo es María Elena Chapa. Fuimos convocadas la presidenta del Congreso, ex gobernadora de Yucatán y ex presidenta del PRI nacional, Dulce María Sauri Riancho; la senadora y ex candidata a la Presidencia de la República, Patricia Mercado, así como su servidora. Una de las preguntas que nos hicieron para incentivar el debate me pareció particularmente pertinente: ¿Qué queda por hacer si ya quedó inscrita en la Constitución la denominada “Paridad en Todo”?
Si bien la citada reforma a la Carta Magna indica de forma clara que todos los órganos de decisión del Estado mexicano, en los órdenes federal, estatal y municipal, los tres Poderes y los organismos autónomos tienen que estar conformados en un cincuenta por ciento por mujeres, el camino por andar aún es largo. De entrada, están las argucias por las que los tomadores de decisiones buscan simplemente desentenderse de esta disposición y nuestro estado no ha sido la excepción. Por otro lado, en la vida interna de todos los partidos se toman decisiones que no honran la trayectoria política de sus militantes y se privilegia la improvisación para dar cabida a la manipulación de sus candidatas. Está también el reto de los cascarones vacíos en los que convierten los diversos cargos a los que arriban mujeres, a los cuales solo les dejan el título, pero les restan poder; la Secretaría de Gobernación es muestra de esto que comento. Queda también el asunto de lograr que el arribo de más mujeres al poder sea también sinónimo de mayor pluralidad; es decir, que no cambiemos una élite con pantalones por la misma élite pero con faldas. Y la lista sigue… todavía hay tanto por hacer. Ojalá que María Elena y otras luchadoras incansables como ella nos duren mucho tiempo más.
Miriam Hinojosa Dieck
Politóloga* [email protected]
