Hay que esperar al Piojo

La era de Miguel Herrera al frente de los Tigres no arrancó como él hubiera querido. El equipo fue goleado en la Leagues Cup por el Seattle Sounders de la Major League Soccer 3-0, marcha decimoprimero en la Liga Mx con cinco puntos y para colmo tiene a dos de sus mejores jugadores lesionados: André-Pierre Gignac y Guido Pizarro.

Esos aspectos han frenado la marcha que el mismo Piojo imaginó cuando lo presentaron con todos los créditos posibles y que para ser sinceros, se ha ganado el entrenador. Hoy, la crítica apunta a un vestidor poco compenetrado con Herrera, a malas decisiones en la preparación física, detalles que se le preguntaron directamente a Miguel, y que en su respuesta argumentó que “si alguien se hubiera desgarrado a lo mejor sí es la parte física, fueron dos golpes”.

Esa es una historia vieja, porque en América le ocurrió lo mismo, lo presionaban por las lesiones, porque incluso se le dificultó repetir alineación en varios encuentros durante el Guardianes 2020, en el que las Águilas llegaron hasta los cuartos de final (eliminado por las Chivas), y en la Concachampions dijo adiós en las semifinales.

Hoy en Tigres es muy pronto para hablar de un mal paso, de que no le irá bien, de que no logrará los resultados que quiere. Miguel ha demostrado que puede darle la vuelta a los malos momentos en cualquier circunstancia, así que habrá que esperar. Hay que entender que éste y cualquier proceso necesitan tiempo, y entonces, después de dárselo se podrá juzgar. Antes no, porque apenas se han disputado cuatro partidos en la Liga, insuficientes para pronosticar el fracaso o éxito de los Tigres del Piojo. Herrera sabe manejar vestidores difíciles, lo hizo con América, y seguramente encontrará la llave para hacerlo de la mejor manera con los Tigres. En general, ese es un reto más, y lo tenía claro cuando aceptó el cargo, y si hoy en algún momento se le va de las manos, también tiene la experiencia de recuperarlo.

Hoy, hay que dejar las especulaciones a un lado, criticar los resultados sí, porque tiene un gran equipo, pero al final, hay que darle tiempo, como en su momento se le dio a Ricardo Ferretti cuando los números no eran los ideales.