Después de llevar al Tricolor a obtener una medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, Jaime Lozano dijo adiós a selecciones nacionales. Tras dirigir a la Sub-23, el siguiente paso era la mayor, pero ese puesto tiene dueño por ahora, y la única alternativa era integrarse al cuerpo técnico de Gerardo Martino. Lozano quiere recorrer camino como entrenador. Si bien la medalla es un logro que le dará una fuerza tremenda a su currículum, también es un hecho que tiene un corto recorrido en la dirección técnica. Ha dirigido en la Sub-20 del Querétaro, también al equipo de Primera División de los Gallos Blancos, en este último paso con el título de la Supercopa de México, pero sin buenos resultados en la Liga Mx. Y es por eso que, Jaime prefiere tomar otro rumbo, mejorar como entrenador, y para ello, requiere de un equipo que le dé la oportunidad de hacerlo. Una parte de su sueño es dirigir en Europa, pero también lo es el encargarse de la selección mayor, y su única vía para ser candidato es acumular otros éxitos, además de su valiosa medalla. Al futbol mexicano le conviene que Jaime dé los pasos que planea, si con los pocos años que lleva como entrenador consiguió una presea olímpica, sin duda tiene cualidades para aportar mucho más en un futuro en una selección mayor. Durante los Juegos Olímpicos de Tokio, el portero Guillermo Ochoa fue uno de los líderes de esta generación. Cada vez que los futbolistas se reunían en círculo en el centro de la cancha después de un partido, era quien daba el discurso de aliento. Pero también estaba ahí Jaime, siempre al pendiente, siempre respaldando, y también con las palabras precisas en los momentos de apremio y en las victorias. Y es que, Jaime tuvo momentos complicados al tener que ajustar las piezas del equipo, ya sea por lesión o por una suspensión. Lo hizo bien, le funcionó. La mayoría de los jugadores le respondieron cuando debían. Si bien querían la medalla de oro, el bronce coronó el esfuerzo de muchos.
Al final, no hubo mejor frase de Lozano al hacer oficial su salida de selecciones nacionales: “No es un adiós, sino un hasta luego”.
Minelli Atayde