Algunos estimados lectores, colaboradores de campañas anteriores y amigos me han preguntado si hay una razón de fondo para explicar una acción de carácter político que decidí emprender en días pasados. No pretendo abusar del espacio que gentilmente me otorga Notivox Jalisco cada semana desde hace cerca de ocho años, para ventilar una cuestión que en sentido estricto puede considerarse personal, pero, al mismo tiempo, reitero mi lealtad a este medio al ejercer la expresión libre que me concede para dar cuenta de cómo, siendo regidor por el PAN en el Ayuntamiento tapatío, opté por otorgar todo mi apoyo a quien es el personaje en contienda más cercano a mis propios ideales y el que, aseguro, mejor visión tiene de nuestro futuro como ciudad y como área metropolitana.
En efecto no desdeño ni mucho menos la oportunidad que, sin ser parte de su membresía, me otorgó Acción Nacional para ser su abanderado en la pasada elección municipal y la de llevar a cabo mi labor de Regidor apegado a sus ideales y conceptos esenciales. Fue también ocasión para compartir con un buen alcalde, hoy con licencia, Ismael del Toro y el resto del Cabildo, sin distingos de colores, a efecto de emprender tareas que estimo trascendentales e impostergable, como una mejor planeación de la ciudad y de perfiles intermunicipales, que se manifieste en proyectos concretos que sí resuelvan los problemas trascendentales de la población: seguridad, desarrollo, obras públicas, servicios básicos, cultura de paz y muchos más, incluso con la perspectiva que ya no es lejana: llegar al quinto centenario de Guadalajara con una ciudad diferente, segura, digna de nuestra gran comunidad y, sobre todo, más humana y generosa. Además, es un hecho que, aun cuando la conformación política resultara diferente en algunas localidades, definitivamente tendrá que haber apertura para que prevalezca el interés de la población sobre colores partidistas y diferencias de otro tipo.
Pablo Lemus y un servidor hemos compartido inquietudes de tiempo atrás, como en la época que nos tocó encabezar simultáneamente importantes organismos del sector privado, como es la COPARMEX Jalisco en su caso y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en el mío. Y no solamente eso, participamos juntos activamente para impulsar proyectos benéficos, fuimos parte de la asamblea por la gobernancia metropolitana, al igual que frenar otros planes que pudieran haber representado un error irreparable para la ciudad, como la pretendida y onerosa “Vía Express” planeada en sexenios anteriores. Así. He observado la trayectoria de Pablo como un gran activista social, promotor de la economía, hábil comunicador y, luego, protagonista de una acción gubernamental que ha dejado en Zapopan una huella de superación en muchos órdenes.
También comparto con Lemus el mismo propósito de poner orden ante el crecimiento anárquico que arrastra la zona de la capital jalisciense, motivo que, como urbanista y constructor, me preocupa y me ha llevado a tomar parte activa al participar en proyectos de índole metropolitano, incluyendo en tareas técnicas, de comunicación y de función pública. Pablo ha demostrado efectivamente su empeño por corregir errores del pasado y acometer planes innovadores que conduzcan a una transición ordenada y bien planeada de la gran Guadalajara.
Además, no soslayo que advierto igualmente los graves riesgos que implicaría para México en el que se dé nuevamente el poder sin contrapesos, mismo que definitivamente puede llevarnos a un país vulnerable al autoritarismo. el rompimiento del equilibrio social y político, la amenaza de medidas autárquicas en todos los órdenes y el trastocamiento en general de la vida democrática del país.
No tengo duda alguna que Pablo Lemus representa los mismos ideales que han sido génesis de la actuación de hombres y ciudadanos de bien. Durante ya cerca de una década, Notivox Jalisco y sus directivos, me han otorgado un valioso instrumento para dar a conocer puntos de vista que estimo son importantes prioritariamente para la ciudad, el estado y la nación, de manera destacada con atención a su desenvolvimiento integral como sociedad y donde se fortalezca la mejor convivencia, el trabajo y la paz. Hoy, como una excepción, tomo este espacio con sesgo personal, para manifestar públicamente porqué estoy hoy con Pablo: porque sé que con él Guadalajara dará un gran paso hacia el mejor destino que todos anhelamos.
Miguel Zárate Hernández
