Las manifestaciones ciudadanas se originan porque hay personas que al ejercer un puesto público deciden permanecer en un estado de confort lejos de la transparencia y la participación ciudadana. La dinámica de las redes sociales exacerba esta distancia y va construyendo un muro aparente entre la vida pública y la sociedad. Cuando un funcionario no se abre, la sociedad civil lo confronta y el gobernante se queda fuera de la sociedad, no hay comunicación posible.
A un funcionario electo le corresponde el liderazgo y convocar a la sociedad a construir un proyecto de ciudad o estado juntos y no un proyecto cada grupo, asociación o partido, generando nuevamente barreras. Abrirse a esquemas de rendición de cuentas confiables pone a gobierno y ciudadanía juntos para atender los retos de nuestra comunidad.
Para que un gobernante logre convocar requiere generar confianza en su capacidad de conducir con liderazgo y construir con herramientas de buen gobierno y de planeación la ciudad que todos buscamos, en donde confluyamos todos y en donde todos verifiquemos que el gobierno está haciendo lo correcto, lo que necesitamos y que no se cierra para obtener privilegios que generan corrupción en lugar de la participación.
Me preguntan frecuentemente como lograr esto con el desprestigio de la política y los partidos, un desprestigio extendido a todos los partidos y todos los países. Respondo que al final las instituciones las construimos personas, y cada individuo tiene siempre la posibilidad de salir de la zona de confort que ha separado a los gobernantes de su sociedad, como hay ciudadanos que abanderan las causas más nobles, y al llegar a una posición de incidencia se corrompen alimentando el círculo de desprestigio.
Cada persona tiene también en sus manos decidir por la participación, no la que se malentiende como oposición permanente encubriendo intereses de partidos o de grupos que desestima una causa genuina, sino como corresponsabilidad que permite a ciudadanía y gobierno como un solo motor, poner en marcha a nuestra sociedad.