Junio 2 del año próximo los mexicanos vamos a elegir a quien se ha de encargar de la Presidencia de la República mexicana. Once meses desde hoy. El partido en el poder ya organizó su proceso de selección del candidato/a. El resto de las formaciones políticas apenas están negociando el sistema de selección en medio de dimes y diretes. Hacen lo indicado para construir una candidatura débil y por tanto perdedora desde antes de empezar la campaña propiamente dicha. Al mismo tiempo, se dedican a criticar al partido gobernante y olvidan que su interlocutor central es el pueblo de votantes y no el gobierno.
En medio de estos despropósitos ha surgido la persona de la senadora Xóchitl Gálvez Ruíz. Pertenece a la fracción del Partido Acción Nacional (PAN) del senado de la república. No obstante, se presenta como independente en este el inicio de hacerse públicamente candidata a ser candidata. Es un principio de frescura en los previos de la elección. Así, la ven los analistas y las encuestas.
Sin embargo, estas acciones y actos ocultan la mirada a la gravedad de la vida cotidiana de la república al incrementarse la violencia en cantidad y fuerza de hechos, y en más lugares del país. La estrategia del gobierno nacional no ha logrado los resultados esperados. La postura del mismo gobierno es mantenerla pues según dicen “vamos bien”.
Más allá del tema de la seguridad, la economía nacional ha tenido que se medidas importantes a fin de no caer en dificultades mayores. Tales medidas si han afectado a ciertos rubros importantes de la salud económica de la nación. Dólares más baratos, bueno para las importaciones, malo para las exportaciones. Cancelar el maíz transgénico desata pleito con los proveedores de ese maíz y la controversia ha de resolverse con las normas previstas en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T_MEC) lo cual afecta la credibilidad en el país, en concreto en el gobierno nacional, y paraliza los proyectos de inversión extranjera.
En fin, se inician las campañas para elegir un nuevo gobierno en once meses y se agravan las condiciones de salud económica y sobre todo, política y de seguridad ciudadana. ¿Será posible que en once meses se mantenga o se corrija la situación del país? ¿Será posible tener elecciones tranquilas e indiscutibles? Todos esperamos que sí. Esa espera pide moderación al gobierno.