Como ciudadano me hubiera gustado ver un segundo debate entre los candidatos a la gubernatura, pero los tiempos ya no alcanzaron.
En poco más de un semana concluye la etapa proselitista e inicia el período de reflexión previo a la jornada electoral.
Así pues es prácticamente imposible que en tan corto tiempo se organice una nueva confrontación, porque el IEE debe enfocarse ya en toda la organización del proceso para que todo salga como lo vienen planeando.
Eduardo Rivera y un grupo de simpatizantes trataron de presionar para que se realizara este encuentro, mientras Alejandro Armenta si bien no le sacó la vuelta, tampoco mostró mucho entusiasmo para que se concretara. Por su lado Fer Morales siempre a la expectativa.
En fin, vamos a dejar atrás ese tema, y deben enfocarse a lo que sí pueden hacer en estos días que faltan para el Día D. Los contendientes tienen que lanzar todo su arsenal de proyectos y planes para tratar de convencer a ese gran segmento que todavía no decide por quién votar.
Aunque hay decenas de mediciones (unas mal hechas y otras muy chafas) que circulan en las redes sociales, la verdadera encuesta es la del domingo 2 de junio, así que nadie puede estar seguro ni del triunfo ni mucho menos puede darse por derrotado.
A estas alturas del partido, utilizando el lenguaje futbolístico tan de moda por la final de la Liga MX, todo puede pasar, y ni Armenta ni Lalo deben escatimar esfuerzos después de una campaña porque cada uno de los 217 municipios que conforman el estado cuentan y mucho.
La contienda por la capital poblana todavía está más cerrada. Si bien Mario Riestra se ha colgado de lo hecho por la administración panista, Pepe Chedraui es un empresario que tiene posibilidades reales de ganar, y cuenta con una buena marca (Morena).
Los expertos en números aseguran que de este resultado dependerá cómo siga la tendencia a nivel estatal. En todo caso, a los medios de información nos toca seguir dando espacios hasta que la ley lo permita a todas las corrientes políticas, y que los ciudadanos tomen la mejor decisión.
Como diría don Cruz Treviño Martínez de la Garza aquel personaje de don Fernando Soler, hay que echarle todos los kilos porque ya solo falta "un méndigo brinquito".