Desde hace meses, la inseguridad en el estado ha ido en aumento y eso lo refleja la estadística de la propia Fiscalía General del Estado, donde señala que en el primer trimestre del año se han registrado 7 mil 630 robos totales.
De enero a marzo, 563 de esos hechos delictivos han sido cometidos contra casa-habitación, 79 de los cuales han sido con violencia y 484 sin violencia.Casi la mitad, es decir 3 mil 347, se han llevado a cabo en la capital poblana.
El sábado por la noche dos delincuentes (hombre y mujer) entraron al fraccionamiento donde vive desde hace años el ahora candidato del PAN-PRI-PRD-PSI Eduardo Rivera, lo cual generó una discusión que llevó este incidente al plano político-electoral.
Obviamente Lalo interpreta este hecho como un ataque directo a su familia y hace un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador y dijo que estos actos cobardes no lo van a detener. Esto lo obligó a regresar a su casa pues andaba en campaña.
A través de sus redes primero, y luego en entrevista aseguró que no lo van a doblar, ni le bajaran los ánimos, porque nadie le quita de su mente que se trata de un atentado orquestado por sus adversarios políticos.
Según informaron las autoridades hay dos detenidos, y el parte oficial señala que el delito fue cometido en contra de un vecino del mismo lugar, pero que tampoco hay elementos para sostener que sea directo contra el candidato.
Mi obligación como periodista es analizar de la manera más objetiva este delicado asunto. Entiendo al ex alcalde panista porque he vivido en carne propia este tipo de situaciones y se siente una impotencia tremenda.
Lo que tampoco puedo comprender es la poca empatía de la dirigente de Morena, Olga Lucía Romero que minimiza la denuncia y acusa a su oponente de hacerse la víctima. Muy mal la señora Lucía porque a todos nos puede pasar en un momento dado; el que esto escribe ya lo padeció.
Por su parte al gobierno le toca investigar a fondo y con base en ello deslindar si fue o no móvil político. No pasa nada si así fuera, pues lo peor que debemos hacer es politizar la seguridad y pasar por alto acontecimientos tan graves.
